No hay caída sin calabazas: grandes, pequeñas, naranjas, blancas, talladas y lo más importante, de tarta. Aunque podrías cargar un carro en el huerto de calabazas local, empieza una nueva tradición otoñal cultivando calabazas en tu propio jardín. Estas resistentes cosechas florecerán en cualquier lugar con el cuidado adecuado, y además será una forma de tener jardines decorativos.
Obtén la guía completa paso a paso sobre el cultivo de calabazas, y las respuestas a tus preguntas más urgentes, a continuación, con los comentarios de Rosie Lerner, Extensionista Especialista en Horticultura del Consumidor de la Universidad de Purdue.
1. Recoge tus semillas de calabaza.
Las calabazas vienen en cientos de variedades que difieren en tamaño, color, sabor y textura, por lo que ningún tipo singular puede reclamar el título de "mejor". Desde los gigantes con globos hasta las calabazas diminutas, hay una variedad ahí fuera para ti.
2. Plante las semillas en un lugar con sol pleno.
Escoge un día después de la última helada para sembrar las semillas directamente en la tierra. Cada paquete de semillas indicará el tiempo promedio que la planta necesita para producir calabazas de pleno crecimiento ("Días para la madurez"). Por ejemplo, las pequeñas calabazas de azúcar necesitan 100 días para alcanzar la madurez. Si desea que maduren una semana antes de Halloween, entonces planee plantarlas a mediados de julio.
Elija un lugar con sol pleno y espacie las semillas según las recomendaciones del paquete. Las parras de calabaza pueden extenderse bastante, aunque hay algunas variedades de "arbusto" que crecen en forma más compacta.
Si se siente ambicioso, plante las semillas en "colinas" de calabaza - montículos de tierra ligeramente levantados del suelo. "Las colinas tienden a calentarse más rápido y drenan el agua más rápido que si las plantaran en el suelo", dice Lerner. "Levanta la planta y permite que las largas parras caigan en cascada un poco."
3. Riega y cuida tus plantas de calabaza.
La mayoría de los cultivos de hortalizas necesitan un remojo profundo pero suave una vez por semana - alrededor de una pulgada de agua a la vez. Ajústelo en función de la lluvia. Nota: Las hojas de calabaza pueden parecer marchitas con el calor de la tarde, incluso si el suelo está todavía húmedo. Resista la tentación de empapar la tierra aún más si el follaje vuelve a levantarse por la tarde o bajo la cubierta de nubes, ya que el exceso de agua puede contribuir a la putrefacción de las raíces. Cubriendo sus lechos con mantillo ayudará a mantener las plantas de calabaza más consistentemente hidratadas y también apisonará las malezas.
En general, no es necesario que podéis podar vuestras viñas. Las hojas grandes les ayudan a producir más carbohidratos, lo que significa más calabazas. Algunas personas adelgazarán sus plantas a uno o dos frutos cada una para cultivar calabazas gigantes, pero los jardineros de patio de todos los días pueden saltarse este paso.
4. Fertilizar el suelo según sea necesario.
Las calabazas son alimentadoras pesadas. El uso de un fertilizante de huerto de uso múltiple (no uno diseñado para el césped) puede proporcionarles el alimento adecuado que necesitan. También es una buena idea analizar el suelo cada dos años. Los resultados revelarán con qué tipo de suciedad estás tratando, incluyendo el pH y los niveles de nutrientes, y te ayudará a planificar en consecuencia.
5. Cosecha tus calabazas.
Después de varios meses de crecimiento, sus calabazas alcanzarán la madurez cuando las cáscaras se endurezcan y alcancen la sombra deseada. Definitivamente cosechen antes de una fuerte helada, que dañará los frutos, aconseja Burpee. Corten la vid con tijeras de podar dejando varios centímetros de tallo adherido. Luego disfruten de los frutos de su trabajo, ya sea tallando, cocinando o decorando.
Fuente: comodecorareljardin.com
