Gracias a las películas y los libros la mayoría de nosotros tenemos una imagen bien establecida de los detectives privados. En parte, esta es una forma caricaturesca de ver dicha profesión, pero se encuentra tan en nuestro imaginario la persona con una lupa, un gran gabán y sombrero, que ahora realmente no sabemos entre la realidad y la ficción.
En este sentido, la pregunta más directa que podemos realizar es, ¿en verdad es así la vida de los detectives privados? En el siguiente texto hablaremos más en profundidad sobre la forma en que realizan sus actividades estos profesionales y trataremos de despejar algunas falsas verdades y mitos que puedan existir detrás de estos interesantes personajes.
EL MUNDO DE LOS DETECTIVES PRIVADOS
La realidad es que, con el paso del tiempo y la incursión de la tecnología en todos los aspectos de la vida, la profesión del detective privado ha ido cambiando, evolucionando a pasos agigantados y hoy en día, estas personas son una de las más preparadas en sus ramas. Aunque muchas personas no lo sepan, la verdad es que para llegar a ser detective se necesita un título universitario, además de obtener una acreditación del Ministerio de Interior.
En España, por ejemplo, la formación resulta un poco más completa que en otras partes del globo. De hecho, se considera que los detectives privados españoles son los mejores preparados de toda Europa. Eso se debe a que, en todo el continente, son los únicos que precisan una carrera universitaria, además de un posgrado en investigación privada, para obtener su licencia.
Los detectives privados son, a grandes rasgos, un apoyo para las investigaciones particulares o legales. Gran parte de su labor, aunque tengamos otra visión, transcurre en la oficina, utilizando Internet para rastrear el sujeto investigado. Una vez se concluye, y se tienen ciertos informes, estos sirven de prueba en los juicios y causas. Lo cual convierte a los detectives en testigos privilegiados.
LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS Y LOS DETECTIVES PRIVADOS
Como ya adelantábamos, el trabajo del detective se ha visto muy influenciado, en los últimos tiempos, con la incursión de las redes sociales. Estas hacer que su trabajo sea mucho más sencillo, pues las personas suelen agregar muchos de sus datos a estas plataformas. La gran verdad es que los teléfonos móviles nos hacen mucho más visibles y cada vez que nos conectamos a Internet, dejamos huellas que son fáciles de rastrear.
Los investigadores, en este sentido, pueden conocer la última vez que estuvimos conectados a WhatsApp, lo que se dijo en nuestra última conversación o los comentarios de los amigos en las redes sociales. Hoy más que nunca el trabajo de los detectives privados nunca ha sido más fácil.
Los detectives, de igual manera, cuentan con un trabajo de perito informático, que los lleva a realizar tareas de asesoría a los jueces respecto a la utilización de los componentes informáticos, en caso de que estos sean necesario en un juicio. De esa forma, analizan los datos que puedan o no constituir una prueba o un indicio para los diferentes litigios judiciales.
LA INVESTIGACIÓN DEL DETECTIVE PRIVADO
Los detectives privados suelen ser muy solicitados para las tareas de investigación sobre infidelidades. Este es uno de los mayores motivos por los que las personas se acercan a las agencias. De hecho, existen muchas de este tipo de solicitudes, tanto de hombres hacia mujeres como viceversa. Incluso, muchas veces ni siquiera se trata de algo para ellos sino para familiares o amigos, en busca de convencer a otro de su situación.
Otro de los motivos más habituales de consulta, que cada vez más se ven, son las empresas que investigan bajas laborales fraudulentas por parte de sus empleados. Lo que se busca es obtener pruebas de que el trabajador está engañando o dice la verdad sobre la baja que dice necesitar.
Hay que tener en cuenta que todas las investigaciones privadas deben contar con un interés legítimo, esto según los tribunales. Lo anterior quiere decir que no se pude investigar a nadie por el simple hecho de que no nos guste o queramos hacerle un mal. Por lo tanto, cada investigación queda registrada y la policía se encarga de supervisar el trabajo realizado.
Fuente: www.diariodepontevedra.es
