El deber de todas las Grandes Potencias es servir al mundo masónico, no dominar su libre accionar, de ahí la importancia de que los talleres que trabajan bajo los estandartes de cualquier Potencia u Obediencia, lo hagan con en forma autónoma, en todo lo relativo a su funcionamiento interno, menos en materias Ritualistas, sean estas del Simbolismo, Marca, Arco Real u otras manifestaciones inherentes al sistema masónico que desarrollen.
un así acatarán regulaciones de carácter general, de tal forma que la pretendida autonomía no se transforme en Anarquía.