Foto de New York Times
Una mirada de un oficial de la reserva activa del ejército colombiano sobre este escrito
El brigadier general Pablo Przchodny presenta su réplica al emblemático diario neoyorquino:
Este señor Inar Alvarado quien pretende ser el clon de ivan Cepeda, elabora un artículo lleno de yerros y con una marcada tendencia propia de la campaña que se ha venido adelantando este año y que apunta a lo que en esta semana se materializó con una propuesta de reforma a la institución militar.
Son muchos los elementos que se le pueden aclarar al autor y a la audiencia en este muy mal intencionado articulo y solo me voy a referir a unos específicamente.
Sobre monopolio de la presencia oficial es importante destacar que no es claro el concepto pero si lo interpreto bien , el autor ignora gravemente que fue y es el ejercito el precursor del concepto de la acción integral en el desarrollo de la acción militar, es decir que de la mano de la fuerza pública lleguen a las regiones las demás entidades del estado para impulsar el desarrollo social en las zonas donde las condiciones de seguridad se establecen después de las operaciones.
El autor pretende desconocer que el ejército nacional viene, desde los años 80, adecuándose y ajustándose a los cambios impulsados por la politica en cuanto al respeto por los derechos humanos la aplicación de las normas del derecho humanitario, el mejoramiento continuo, la autocrítica y la aplicacion de convenciones, acuerdos y leyes nacionales y transnacionales.
Pretende ignorar muy convenientemente el autor que el ejército nacional ha estado presente en todas las emergencias y calamidades públicas en todo el país a lo largo de los años y que es más su aporte a la sociedad Colombia producto de su trabajo social que el que se pueda brindar en el campo de las operaciones militares y es precisamente ese aporte que los soldados hacen a su pueblo en medio del conflicto que les ha llevado a ocupar un puesto muy importante en el afecto de los colombianos sumado a esto el actuar permanente dentro de la legalidad y de la legitimidad del personal militar.
Pretende señalar el señor seudo periodista, que los fusiles son para someter a los colombianos lo que es una manera perversa de mostrar a sus soldados dentro de ese propósito de lesionar la estructura militar que ha sido el pilar que no le ha permitido a los violentos la toma del poder por la vía armada. Cuando a los soldados se les hace entrega de las armas, en presencia de sus familias, se les enseña que es para todo lo contrario de lo que pretende decir el señor Alvarado y por ello se lo digo en estas líneas para que lo tenga presente; señor Inar Alvarado... a nuestros soldados, a los soldados de Colombia se le entregan las armas de la república para que defiendan a todos los colombianos, a todos señor Inar Alvarado, a todos, sin distinción de ideología política, de credo,de género, de raza, de estrato social, a todos. Colombia no tiene un ejército que selecciona a sus defendidos, colombia tiene un ejército respetuoso y comprometido con la paz, con la seguridad y con el desarrolo del pais para todos.
Ignora el señor "periodista" que producto de los acuerdos de la habana la institución militar fue objeto de una reforma en su estructura en la que brigadas móviles y batallones de contra guerrillas fueron desactivados y se retiró del servicio activo al mayor número de oficiales y suboficiales en la historia. Previamente se había realizado una reestructuración de la organización para ajustar al Ejercito a las imposiciones de un ambiente multidimensional que permitió la aceptación de la fuerza en el seno de la OTAN organismo multilateral que certificó al Ejercito de Colombia en muchos aspectos entre ellos transparencia y derechos humanos.
Podría aclararle muchos puntos más al señor Inar Alvarado dentro de su perverso artículo pero debo decirle finalmente que el problema no es la formación militar... el problema está en la formación, la mala formación básica en principios y valores de la juventud colombiana que via el ejercicio del libre desarrollo de la personalidad ingresa a las filas de una institución noble y de tradición civilista como ninguna, que además de luchar con múltiples factores y agentes generadores de violencia, muchos de ellos fomentados por intereses económicos, se esfuerza por hacer de esos jóvenes, los que llegan a engrosar sus filas, los mejores hijos de Colombia, lo que en efecto se logra en la gran mayoría de ellos.