09 julio 2020
La presión del entorno ayudada por la inevitable realidad, la carga genética, la ya muy marcada sensación metafísica de las obedientes neuronas pensantes y una importante falta de soplo en el pulmón de la notoriedad, obligan al guerrero a sentarse a un lado del camino para dejar que el tiempo agote su propia necesidad de hacerse notar … y de creer.
Vida, solo la necesidad de sentirla nos hace cruelmente obsolescentes.
Fuente: etf1949.wordpress.com