“Existen, pues, innumerables soles,
existen infinitas tierras
que giran igualmente en torno a dichos soles,
del mismo modo que vemos a estos siete (planetas)
girar en torno a este sol que está cerca de nosotros.”
Giordano Bruno
* Por Centro de Pensamiento Libre
Dentro de los múltiples esfuerzos del Centro de Pensamiento Libre por construir una mejor sociedad a través del pensamiento crítico, se adelanta en estas épocas de cuarentena un diplomado en el que participan importantes académicos del orden nacional.
Los profesores Carlos Alfonso Velásquez, Carlos Santa María, Carlos Eduardo Lagos, Juan Carlos Zúñiga y Pablo Emilio Obando han contribuido con sus ponencias relacionadas con el relativismo y la verdad, geopolítica y poder, el origen del universo, las etapas geológicas de la tierra, extinciones masivas, la evolución, el origen del pensamiento, la chispa creativa y el pensamiento mítico mágico y religioso respectivamente.
Dentro de los múltiples interrogantes que se han planteado retomamos los expuestos por Blaise Pascal: ¿qué es el universo, que es el hombre, qué lugar ocupamos en el universo, existe realmente ese lugar? Entre muchos otros que nos llevan a preguntarnos ¿Qué es el pensamiento, la verdad, el relativismo, la ética; en consecuencia cual es papel del hombre en el Universo, en el planeta y en la sociedad?
En esta última sesión el científico nariñense Álvaro Quijano Vodniza disertó sobre la posibilidad de existencia de vida en el universo y ese evento surge u nuevo interrogante ¿cuál sería el lugar que ocupa nuestra especie en el Universo?
El Literato Pablo Emilio Obando Acosta nos presenta el perfil de este excelente profesional proveniente de las tierras del sur: De ascendencia yugoeslava y pastuso de nacimiento, Alberto Quijano Vodniza, es hoy uno de nuestros astrónomos de talla internacional, desde muy niño inició su camino hacia las estrellas y su pasión por la astronomía. Egresado de la Licenciatura de Matemáticas y Física de la Universidad de Nariño y becado por la Universidad de Puerto Rico, recinto Mayagüez, de donde se tituló como Master en Física Pura, ha dedicado su vida a la docencia y a la investigación astronómica. Fue decano de la Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas de la Universidad de Nariño, director del Observatorio de Astronomía de esta misma universidad, par de Astronomía en el ámbito nacional de Colciencias y recientemente su Grupo de Investigación en Astronomía recibió la máxima calificación de esta misma entidad. A sus 54 años, sigue conservando el interés por la experimentación que lo animó desde la infancia y que lo ha llevado a visitar varios países del mundo, a crear inventos y a participar en desarrollo de proyectos a escala mundial. La influencia de su padre, los proyectos de la NASA, su fascinación por los misterios han contribuido a que este astrónomo colombiano vaya siempre por el camino de la ciencia, como él mismo dice «para mí la ciencia siempre ha sido un fascinante juego.
Tras explicar la complejidad del espacio-tiempo, el origen de la materia, la antimateria, la energía y la materia oscura, el origen de los astros, los agujeros negros, la teoría de la relatividad, la teoría de cuerdas y la inmensidad del universo; el profesor Quijano expuso su reflexión central: "La cantidad de estrellas que hay en el universo es mucho mayor que todos los granitos de arena de todas las playas de la tierra, y la cantidad de exo-planetas es mayor que el número anterior. Debe haber planetas con seres más inteligentes, iguales o menos inteligentes que los terrícolas. A Giordano Bruno la iglesia lo quemó vivo por haber supuesto que había planetas alrededor de otras estrellas y con posibilidades de vitales. Ahora nos quemaría la ciencia por decir lo contrario"
El abogado Germán Arias Jaramillo expresó su satisfacción por la conferencia: “ Los astros se han alineado en este Diplomado, casi como una Cadena de Unión, muchos sincronizados con la Chispa Creativa, la Resiliencia Humana y el objetivo de sobrevivir y trascender como especie, en un viaje en el que quepamos todas las especies, sin acciones antropocéntricas, viviendo y dejando vivir. El conocimiento humano es tan limitado, tan escaso y a su vez la humanidad es tan violenta y destructora que no tendrá la oportunidad de saber, de confirmar, que existen otros seres pensantes en el universo, antes de que hayamos destruido nuestro propio planeta”
El geólogo Juan Carlos Zúñiga Vera, expuso: “Hace 30 años leí un libro de geometría de Lobacheskii. Quien estudiaba en Kazán matemáticas y hacía el año de 1840 ya había demostrado que dos líneas paralelas se encuentran en el infinito, Ayer el profesor Quijano lo nombró, en mis 31 años de geólogo, tratando de entender la evolución, he entendido que somos una especie más que no hemos tenido sino una ínfima presencia temporal y que pese a eso nuestra presencia ha sido destructora. (Es más autodestructiva)”
Por su parte el agrónomo Octavio Cruz comentó; “Han sido millones de años, los que el tiempo, con paciencia, se tomó para darle el espacio suficiente a una especie, que sin él se ha ido quedando, por lo tanto, destruyendo la masa que ha debido transformar en el paraíso soñado, a partir de un sueño idealizado, desde cuando la conciencia le surgió, y que hace tiempo Einstein, con la formula E=mc2, describió. Sin embargo, convencida ha estado la humanidad, de estar usando las herramientas más idóneas, poniendo en práctica unos sistemas insidiosos, invasivos e imprácticos, con los que viene promoviendo su propia destrucción, acelerando, al mismo tiempo, el final de la energía de la evolución, que ya sin el espacio, se convierte en frustración.”
En este punto retomamos la palabras del científico Carl Sagan quien tituló una de sus obras “Un punto azul pálido” inspirándose en una fotografía de la Voyager 1 cuando abandonaba el sistema solar, con unas una visión del futuro humano en el espacio, relató sus pensamientos en un sentido más profundo:
“Mira ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestro hogar. Eso somos nosotros. En él, todos los que amas, todos los que conoces, todos de los que alguna vez escuchaste, cada ser humano que ha existido, vivió su vida. La suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de religiones seguras de sí mismas, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, niño esperanzado, inventor y explorador, cada maestro de la moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie, vivió ahí en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol.
La Tierra es un escenario muy pequeño en la vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores, para que en su gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades cometidas por los habitantes de una esquina del punto sobre los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina. Cuán frecuentes sus malentendidos, cuán ávidos están de matarse los unos a los otros, cómo de fervientes son sus odios. Nuestras posturas, nuestra importancia imaginaria, la ilusión de que ocupamos una posición privilegiada en el Universo... es desafiada por este punto de luz pálida.
Nuestro planeta es una solitaria mancha en la gran y envolvente penumbra cósmica. En nuestra oscuridad, en toda esta vastedad, no hay ni un indicio de que vaya a llegar ayuda desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos. La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar. Visitar, sí. Asentarnos, aún no. Nos guste o no, por el momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos. Se ha dicho que la astronomía es una formadora de humildad y carácter. Tal vez no hay mejor demostración de la locura de los conceptos humanos que esta distante imagen de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos mejor los unos a los otros, y de preservar y querer ese punto azul pálido, el único hogar que siempre hemos conocido.”
Dentro de las múltiples conclusiones a las que hemos llegado están el hecho de entender que no somos seres aislados, no somos el centro del universo, que interactuamos con otras especies cosas y plantas; ergo somos una especie más, pero con la conciencia suficiente para saber qué somos una ínfima porción de materia en el enorme entramado del universo, en medio de fuerzas astronómicas que se mueven algunas de ellas más allá de nuestro entendimiento y concepción.
Sea lo que sea, somos tan pequeños y hechos de una materia tan común, pero a la vez tan especiales que poseemos conciencia, razón y sentimientos; los cuales nos permiten observar, estudiar, sentir y tener un papel mucho más trascendente de lo que en realidad creemos.
Somos parte integrante de este enorme universo, el cual influye en nosotros de formas que aún no somos capaces de entender totalmente, pero debemos tener claro que en estos momentos la humanidad está en capacidad de influir en su entorno y muy pronto en el vasto Universo.
* El Centro de Pensamiento Libre es una entidad privada, sin ánimo de lucro, conformada por profesionales de diferentes disciplinas que están al servicio de la comunidad, abierta a todas las personas sin distingo de raza, sexo, nacionalidad, credo o filiación política, que organiza y realiza todo tipo de actividades encaminadas al fortalecimiento de la democracia, la libre empresa, la búsqueda del bienestar de las personas menos favorecidas y está en pro de la convivencia pacífica, el desarrollo socioeconómico y la búsqueda de la concordia nacional.
