Lecciones que nos deja la pandemia del Coronavirus Covid-19

 
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La pandemia Covid 19 nos puso a reflexionar, a pensar que la vida es valiosa, y a buscar múltiples alternativas: 1. para salvaguardar la nuestra, la de nuestra familia y la sociedad, y la solidaridad fue la mayor cualidad humana demostrada en Colombia y el mundo. 2. La investigación, la ciencia y la tecnología en nuestra patria deben ser valoradas por su aporte y su sacrificio en las grandes calamidades. 3. La unión solidaria deja atrás discusiones políticas y económicas y antepone la vida con supremacía ante otros aspectos cotidianos. 4. Un propósito colectivo QuédateEnCasa nos aísla del peligro y puede vencer acechanzas peligrosas e inéditas como sucedió en Wuhan, China, origen de la pandemia, donde el confinamiento riguroso derrotó la amenaza. 5.. Volvemos a mirar las consecuencias sufridas por el planeta, calentamiento global, contaminación, abuso en la explotación de recursos naturales; y en esta época retornaron los animales a ocupar sus espacios arrebatados por el peligroso humano, demostraron que su libertad es valiosa para su supervivencia; a florecer las plantas con exuberancia, hubo menos contaminación en ciudades, y el sol brilla en su plenitud en el horizonte de un futuro mejor.

Lecciones que nos deja la pandemia del Coronavirus Covid-19

Esperamos que los líderes mundiales y la humanidad, en general, hayan entendido que esta pandemia esto sólo es una advertencia. Es punto de partida para mejorar.

Imágenes CNN en español, National Geographic, minsalud.gov.co, lahoradigital.co, 20minutos,es, bbc.com

Cosas que la pandemia ha puesto en evidencia:

1) Los países en que los gobiernos tardaron más tiempo en tomar medidas de aislamiento, son los que tienen mayor cantidad de contagiados.
2) Estados Unidos dejó de ser la nación líder en salud preventiva. Es el primero en el mundo, con más infectados después de China e Italia. (Le siguen España y Alemania).
3) Nos queda la impresión que China desató la tercera guerra mundial sin disparar ni un misil y nadie se dio cuenta.
4) La forma más eficaz de evitar contagiarse es no salir de casa. QuedateEnCasa.
5) La prevención y la solidaridad salvan vidas.
6) Cerrar fronteras y restringir operaciones de puertos aéreos, terrestres y marítimos es indispensable para frenar los contagios.
7) En las pandemias el actuar rápido también salva vidas.
8) En el momento en que ayudas a tu prójimo, a un familiar, a un vecino..., también te ayudas a ti mismo.
9) El personal de salud vale más que un futbolista. La ciencia por encima de la riqueza.
10) No estamos equivocados cuando pedimos más presupuesto para hospitales, y menos para guerras.
11) Los corruptos, los políticos, los terratenientes y los banqueros también pueden contagiarse y morir.
12) La muerte no distingue raza, ni color de la piel, ni creencia, ni estrato social.
13) El sistema bancario gana mucho dinero y es avaro.
14) El trabajador de la salud está solo, abandonado y mal remunerado Y aun así, nunca baja la guardia.
15) El bienestar general prima sobre el particular.
16) Los que suben precios y acaparan productos son delincuentes que deben ser castigados por la ley.
17) Las redes sociales nos acercan pero también son el medio para crear caos. Deben prohibirse las fake news.
18) El planeta se regenera rápidamente al disminuir la contaminación causada por los seres humanos.
19) Los ingenieros de sistemas, los psicólogos, igual que los médicos y enfermeras, son indispensables.
20) Los alimentos producidos en el campo son mejores que la comida chatarra.
21) Las cuarentenas deben servir para reflexionar sobre nuestra fragilidad, sobre nuestros errores y sobre nuestro egoísmo y falta de solidaridad.
22) No vale decir: "Sálvese quien pueda".
23) El encierro obligatorio debe ser aprovechado para compartir más tiempo de calidad con el cónyuge, con los padres y con los hijos.
24) Los que viven solos, deben compartir con los amigos y familiares por teléfono y por redes. No vale decir: "los demás no me interesan", o... "creo que yo tampoco les intereso a ellos" (Corres riesgo de depresión).
25) Queda confirmado que los humanos somos los más creativos seres del planeta, pero también los más dañinos.
26) Debemos respetar a nuestro planeta, a la naturaleza verde y exuberante, voltear la mirada a los humanos, la discriminación, el racismo, la pobreza, el hambre, las enfermedades.
27) Debemos encontrar formas más saludables para relacionarnos, alimentarnos bien, mejorar las formas de producción, planear el urbanismo y las ciudades, no abandonar el campo y la agricultura,
28) Nuestro sistema educativo está signado por el mercado, por la ganancia, por el dinero, encontramos que se puede hacer clases virtuales de manera gratuita, sin matrículas ni pensiones y dar oportunidad a miles de educandos en el mundo.
29) Debemos cambiar las estructuras tradicionales de nuestra cultura desde lo humano, un cambio radical, y reconstruir nuestra humanidad perdida. Aprovechar el cambio desde la libertad, no desde la obligatoriedad.

30) Algo básico, el cierre de instituciones educativas nos permitió el acercamiento con nuestra familia, con los hijos, retomar la crianza y valorarla como necesaria condición para direccionar el cambio de la sociedad y no dejar “esa crianza” a terceras personas.

31) Salió a flote, ese miedo del ser humano por la muerte, la vida es efímera y podemos morir a cualesquier edad, y por varias circunstancias, sin embargo valorar la vida y disfrutarla es condición suprema nuestra. “El aprovisionarse de artículos como papel de baño en condiciones alarmantes, les da sensación de falsa seguridad”, es más importarte los alimentos y el agua.

32) También valorar la solidaridad mundial, nos debemos a un núcleo familiar, a una comunidad y sociedad en general, entonces practicar el sentido de pertenecia, demostrar una responsabilidad compartida, la supervivencia del género humano, del planeta, del cosmos depende de todos nosotros. Todos nos cuidamos, aportamos con nuestro sacrificio (conocimientos, economía, trabajo, solidaridad, aislamiento en casa) para el bienestar y salud de nuestra especia humana, animal, vegetal, etc.

33) Recordar que la vida no puede ser igual después de este encierro y silencio. El universo está en constante evolución, y no debemos apegarnos a anacrónicas creencias, estructuras e instituciones obsoletas.

Esperemos que los líderes del mundo, y todos los hombres y mujeres de los cinco continentes, ricos y pobres, blancos, negros, amarillos, mestizos y cobrizos, hayan entendido que esto sólo es una advertencia.

Este debe ser el punto de partida para mejorar, para dejar de ser egoístas, ambiciosos de dinero y poder, recordando que todo es efímero. Este es el momento de invertir más recursos en salud, educación y programas sociales. Así mismo en solidaridad mundial y en la protección del medio ambiente. Sólo así protegeremos la vida de todas las especies de nuestro planeta Tierra.

Texto anónimo enriquecido con un resumen de otros temas relacionados. (Tomado de Ricardo Ucrós Oviedo, Julio Suárez Anturi, aportes de Bernardo Andrade Tapia)

Publicado por Sussana Restrepo, el 25 de marzo a la 01:13

https://web.facebook.com/sussana.restrepo/posts/3068510876542721

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Las lecciones que nos deja la epidemia de coronavirus. Un debate que ya empezó

Por Guillermo Cieza, 25/03/2020 Mundo

El neoliberalismo, como no puede ocultar sus fracasos, va a afirmar que quienes salieron mejor parados en esta crisis son regímenes autoritarios.

La pandemia del coronavirus recién está en su etapa inicial. Se originó en China por causas naturales (1), o inducidas (2), después desplazó su epicentro a Europa y amenaza a desplazarse hacia América. EEUU ya está tercero en el mundo en el número de enfermos y segundo en la cantidad actual de infectados, porque China ha recuperado el 80 % de sus contagiados.

El top ten de los países donde se ha extendido la pandemia está integrado por China, Italia EEUU, España, Alemania, Irán, Francia, Suiza, Corea del Sur y Reino Unido. Lo que nos permite afirmar que por ahora es una enfermedad de aeropuertos que afecta a los países más ricos y con mayor tráfico aéreo. La excepción en esta lista es Irán, de importancia geopolítica en Medio Oriente, pero que padece un bloqueo que afecta su economía y limita su tráfico aéreo.

La comparación de resultados demuestra que China ha llegado a controlar el virus en lo local y está mandando apoyos humanitarios a distintos países. En América resalta el ejemplo cubano, otro país bloqueado, que también parece tener controlado los contagios locales y que manda delegaciones solidarias de salud a otros países como Italia.

Cuando se analiza lo sucedido en los sistemas de salud en los países más afectados de Europa se advierte que, desde hace décadas, gobiernos neoliberales y socialdemócratas han ido desmantelando el Estado de bienestar y afectando los servicios públicos de salud. En una reciente entrevista Noam Chomsky comenta: "El asalto neoliberal ha dejado a los hospitales sin preparación. Un ejemplo entre todos: las camas de los hospitales han sido suprimidas en nombre de la "eficiencia". Su apreciación está haciendo referencia a uno de los indicadores de salud de una nación que son las camas de internación cada 1000 habitantes.

Observar éste índice en los distintos paises es muy importante porque los tratamientos severos de coronavirus exigen internación. Las cifras publicadas de los paises más afectados muestran que Italia tiene 3,4 camas por cada 1000 habitantes, EEUU 2,8, España tiene 3, Alemania 8,2, Suiza 4,7, Francia 6,5 y Reino Unido 2,9. La Argentina, cuyo buen sistema de salud pública, que fue creado bajo la inspiración de Ramón Carrillo durante el primer gobierno peronista, fue deteriorado por sucesivos gobiernos militares y democráticos, y fuertemente agredido por el gobierno de Macri, que incluso rebajó el Ministerio a Secretaria de Salud, tiene en la actualidad 5 camas por habitante. Es decir, en ese índice, estamos mejor que Italia, EEUU, España y Reino Unido (3).

Lo que está mostrando la pandemia es que en aquellos países donde se afectó la salud pública y se dejó en manos del mercado las investigaciones médicas y farmacológicas, las consecuencias serán mucho más graves que donde esto no sucedió. Y en lo que hace al manejo de la crisis, donde se privilegió afectar a las personas por sobre afectar al capital, las respuestas en la emergencia fueron más ineficaces. En ese sentido la respuesta del gobierno chino de detener toda la actividad productiva y mantener sólo los servicios esenciales para la vida de las personas, estuvo en las antípodas de las respuestas que tomaron en un primer momento los gobiernos de Italia y España y aún persisten los gobiernos de EEUU y Brasil.

Desde el punto de vista epidemiológico no hay dudas de que las cuarentenas obligatorias, que afectan tanto lo público como lo privado y a las personas como al capital, disminuyen las posibilidades de contagio. La decisión política de frenar la economía y afectar al capital, es lo que muchos gobiernos ponen en duda o aceptaron a regañadientes, aun ante la evidencia del desastre de los que no lo hicieron. En Argentina y ante la emergencia, la decisión del gobierno de haber escuchado más a los sanitaristas que a los empresarios y haber instalado tempranamente la cuarentena ha sido una decisión correcta.

Algunas conclusiones que nos arroja la pandemia son:

- La salud no es un capital individual que cada cual debe manejar a su antojo, sino una cuestión colectiva que merece respuestas colectivas desde los servicios públicos que deben ser valorados y fortalecidos

- Los Estados tienen un papel como distribuidor de recursos y no da lo mismo que la salud de la población quede en manos del mercado. No da lo mismo tener un eficiente servicio público estatal y gratuito de salud, y una investigación médica financiada con fondos estatales, que una red de clínicas y laboratorios privados a cuyas mercancías sólo se accede por dinero y cuya orientación de investigación es maximizar las ganancias.

- Lo que está en el trasfondo de la pandemia, y de todas las nuevas enfermedades que se presentan, es la crisis ambiental provocada por el sistema capitalista que está llevando al mundo a una catástrofe. La advertencia que han hecho numerosos científicos que si seguimos así podrá sobrevivir el planeta, pero no la especie humana, está inexorablemente vinculada a lo que nos está sucediendo hoy. El coronavirus no será una epidemia terminal, pero ya estamos viviendo situaciones donde decimos: ¡Nunca me imaginé que una cosa así nos podía suceder!. Empecemos a acostumbrarnos.

- En el desarrollo de la pandemia, cuando el mundo se pone en riesgo, queda claro que una parte de la población puede ponerse a cubierto sin que su ausencia afecte la supervivencia de pueblos y países; pero también queda claro que resulta imposible seguir en pie sin médicos, enfermeras, recolectores de basura, operarios que garantizan la provisión de recursos básicos como el agua, el gas y la luz, campesinos que provean de alimentos y todos los trabajadores y trabajadoras que garantizan los insumos indispensable y los cuidados necesarios para la reproducción de la vida. En esta nueva mirada que nos da la crisis quienes deberían encabezar la lista de los prescindibles tendrían que ser los financistas.

Conclusiones de una crisis. La disputa por el sentido

El neoliberalismo va a disputar las lecciones que nos deja la pandemia y ya lo ha empezado a hacer. Como no puede ocultar sus fracasos va a afirmar que quienes salieron mejor parados en esta crisis son regímenes autoritarios, que ocultan información, o que han obtenido mejores resultados porque tienen mayor control social y pueblos obedientes a la supresión de sus libertades individuales.

En su expresión más burda nos dirán que todos los gobiernos opuestos al neoliberalismo y la hegemonía de EEUU, mienten. Nos dirán que China, Cuba, Irán, Venezuela, Corea del Norte, etc. ocultan información y por eso muestran mejores resultados frente al coronavirus. Es parte de esa campaña este artículo publicado en Infobae el 22 de marzo de 2020, sin firma.

"Denunciaron nueva maniobra de China para ocultar las verdaderas cifras del coronavirus". "Días atrás, el mundo celebró la noticia de que China había 'aplanado la curva' reflejando pocos o ningún caso nuevo de COVID-19 en Wuhan, donde nació el brote. Sin embargo, los medios japoneses Apple Daily HK y 47 news denunciaron que se trata de una mentira más del régimen de Xi Jinping: no hay casos porque ya no testean. Según estos informes, China ha dejado de hacer pruebas para el coronavirus y por eso no hay 'nuevos' casos locales."

En su expresión más refinada, justificarán que gobiernos que no adhieren al credo neoliberal han obtenido mejores resultados porque emplean mecanismos sofisticados de control social como la 'big data' y que la eficacia demostrada en el control de la pandemia tiene el costo del total sacrificio de las libertades individuales. Desconociendo que fue precisamente EEUU el creador de la 'big data', que debutó exitosamente en Inglaterra como gran manipulador de opiniones públicas en el plebiscito por el Brexit en 2016. Y que quien denunció esta red de vigilancia global, el ex analista de la CIA Edward Snowden, está refugiado en Rusia porque no tiene garantías de que un juicio en su país no termine con una condena de muerte.

El neoliberalismo no puede tapar imágenes que quedaron grabadas en nuestra memoria como la llegada de la delegación cubana a un aeropuerto de Italia con su bandera y toda la dignidad de una nación que ha elegido construir su propio destino en el camino del socialismo. Pero no va a dejar de dar batalla en el terreno de las ideas, disputando la síntesis final sobre las lecciones que nos dejará esta pandemia. En esa batalla, dirá que sus falencias inocultables son el precio que debemos pagar por la libertad. El neoliberalismo, también pretenderá arrebatarles la victoria a los pueblos, a los que pusieron el cuerpo para enfrentar la pandemia y ensalzará la vocación estadista de sus líderes. Le resultará difícil con líderes como Donald Trump, Boris Johnson y Jair Bolsonaro, pero no dejará de intentarlo.

Preguntas finales

Las pestes y epidemias han sido históricamente utilizadas como grandes disciplinadores sociales en beneficio de los poderosos. Esto es un hecho del que ha dado cuenta en muchas oportunidades la literatura. Lo dice con pluma magistral Jorge Amado en "Teresa Batista cansada de guerra": "Las pestes son necesarias y beneméritas, sin ellas ¿cómo mantener la sociedad constituida y contener al pueblo, que es la peor de todas las plagas? Imagínese compañero, esa gente con buena salud, y sabiendo leer, ¡es un peligro que da miedo!".

Pero también los grandes acontecimientos históricos nos mueven a la reflexión. Nos ayudan a reflexionar sobre el presente. ¿Era tan cierto que los Estados Nacionales en los países oprimidos son nada más que una herramienta de dominación capitalista y los grandes responsables de todos nuestros males? ¿Se puede sostener esto y a la vez reivindicar la necesidad de un sistema público de salud? ¿Era tan cierto que las banderas nacionales son opuestas al internacionalismo? ¿Era tan cierto que China es un país donde después de la muerte de Mao Tse Dong no quedó rastros del socialismo?

Nos ayudan a preguntarnos sobre el futuro: ¿qué país y qué mundo queremos? ¿Qué lugar van a tener los hombres, las mujeres y las disidencias en la sociedad que imaginamos? ¿Podremos imaginar caminos civilizatorios diferentes que puedan poner un freno a la catástrofe. ambiental que se avecina? Todo ello nos ayuda a interpelarnos a nosotros mismos. Y a quienes no somos parte del gobierno a preguntarnos ¿Qué hubiéramos hecho nosotros en su lugar?. ¿Hubiéramos estado a la altura de las circunstancias?

La Plata, Argentina, 24 de marzo de 2020

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Notas

1) Lo que hoy sabemos del coronavirus es que es una mutación de un virus de origen animal. Con esos animales y sus virus el pueblo chino ha convivido desde hace siglos. Los científicos explican estas mutaciones en la modificación de los ecosistemas que promueve el desarrollo capitalista irracional. En el caso de los cerdos esta modificación se concreta en la cría y engorde en condiciones de confinamiento.

2) China ha acusado a EEUU de que el virus fue introducido en su país por soldados de EEUU. "Es posible que haya sido el ejército estadounidense el que trajo la epidemia a Wuhan", aseguró en Twitter un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Zhao Lijian.

3) Argentina tiene mejores índices que aquellos países que hoy se presentan como abanderados exitosos del neoliberalismo en América como EEUU que tiene 2,8 camas cada 1000 habitantes, Chile y Brasil que tienen 2,2 y Perú y Ecuador que tiene 1,6. Solo nos supera Cuba con 5,2 camas cada 1000 habitantes. Seguramente cuando el epicentro de la pandemia se traslade a América. estos índices van a tener incidencia.

Publicado en:

https://www.lahaine.org/mundo.php/las-lecciones-que-nos-deja

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4 lecciones que la pandemia de coronavirus le da a la humanidad

Tenemos muchas cosas qué aprender sobre este fenómeno, según una psicóloga italiana

Por: Redacción | 23 de Marzo 2020

Aislamiento, distancia social, lugares de reunión cerrados, higiene exagerada, estrés ante un posible contagio y, particularmente, un tema único en los medios de comunicación en todas las plataformas, son algunas de las experiencias que observamos quienes vivimos la pandemia de COVID-19.

Pero este diminuto organismo que ha puesto al mundo de cabeza en tan sólo unos meses, también ha sido capaz de brindarnos mucha materia para la reflexión. Son varias las lecciones que la pandemia de coronavirus le da a la humanidad, según un ensayo de la psicóloga italiana Francesca Morelli, y que se ha vuelto viral en la red.

Morelli escribió un artículo para el sitio italiano Vita, en el que sugiere que esta nueva enfermedad que aqueja al mundo entero, es una manera de equilibrar al cosmos. La también investigadora de la Università Cattolica del Sacro Cuore señala que de esta pandemia podemos tomar varias enseñanzas.

1
Ante las políticas discriminatorias que se han desatado en el mundo, este virus “nos hace experimentar que, en un momento, podemos convertirnos en los discriminados, los segregados, aquellos atrapados en la frontera, los que portan enfermedades”, independientemente de nuestro color de piel, nuestro origen o nuestra situación económica.

2
El coronavirus nos obliga a detener nuestra ajetreada vida en la que “todos corremos 14 horas al día, sin saber exactamente para qué”, y reflexionar sobre si todavía sabemos qué hacer con nuestro tiempo que no sea trabajar o tratar de ganar dinero.

3
La nueva enfermedad nos obliga a “reconstruir la familia”, pues con el cierre de las escuelas es indispensable que los padres retomen el contacto con sus hijos cuando, en general, suelen dejar la crianza en las manos de otras personas.

4
En esta época en que las relaciones virtuales tienen un papel preponderante en la sociedad, el coronavirus nos impide la verdadera cercanía: “que nadie se toque, sin besos, sin abrazos, a distancia, en el frío del no contacto. ¿Cuánto hemos dado por sentado estos gestos y su significado?”

La psicóloga termina su ensayo con una reflexión en torno a la importancia de la solidaridad mundial para salir de esta crisis: “La única forma de salir es la reciprocidad, el sentido de pertenencia, la comunidad, el sentimiento de ser parte de algo más grande que nos cuida y que también nosotros debemos cuidar. La responsabilidad compartida, la sensación de que el destino depende no sólo del propio sino también del destino de todos los que nos rodean (…). Porque con el cosmos y sus leyes, obviamente, estamos muy endeudados. El virus nos lo está explicando a un alto precio“.
Publicado en: https://eldiariony.com/2020/03/23/4-lecciones-que-la-pandemia-de-coronavirus-le-da-a-la-humanidad/
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(4)
Lecciones que nos da el coronavirus

Autor: Iván de J. Guzmán López28 marzo de 2020 - 12:01 AM

Carl Sagan, lo advirtió desde 1994: “Muchos de los peligros a los que nos enfrentamos de hecho surgen de la ciencia y la tecnología, pero sobre todo porque nos hemos vuelto poderosos sin ser proporcionalmente sabios”. La sabiduría pasa por la humildad: la pandemia nos está enseñando que debemos encontrar formas más saludables de relacionamiento, de alimentación, de producción, de planeación de las ciudades, de respeto por la vida y por el planeta.

Entre los grandes escritores que alguna vez leímos, al calor de la juventud y la influencia benéfica de una madre lectora, recordamos a los inolvidables de la República Checa, valga decir, a los clásicos Franz Kafka (con El proceso, a la cabeza de extraordinarias novelas y cuentos, como La metamorfosis), Jaroslav Hazek (conocido mundialmente por su novela El buen soldado), Milan Kundera (con La insoportable levedad del ser, a la cabeza de su producción), Max Brod (editor y albacea de Kafka, a quien debemos el no haber dejado perder la mayor parte su obra, al no acceder a su petición de quemar sus escritos luego de su muerte), y al gran poeta Rainer María Rilke (con su bella obra Cartas a un joven poeta, la muestra más leída de su gran trabajo epistolar, que desarrolló a lo largo de su vida, donde expone con claridad y belleza sin par sus opiniones sobre la creación artística, sus ideas sobre la vida, el amor, la soledad, la muerte y lo sobrenatural).

Al poeta Rilke, específicamente, debemos una frase rotunda, contundente, que, para quienes cultivamos la literatura infantil (para los psicólogos, supongo yo), y en general para los grandes creadores, es definitiva. Pretender agregarle algo, sobra y malea. Dice Rilke: “La verdadera patria del hombre es la infancia”. La infancia es el pozo de donde proviene nuestra visión del mundo, nuestros valores, nuestras creencias. Allá volvemos en los momento definitivos, “para pedirle a Cristo Señor que me devuelva mi antigua alma de niño, madura de leyendas, con el gorro de plumas y el sable de madera”, como escribió el poeta Federico García Lorca, en su libro Balada de la placeta.

A esa infancia de aldea volvemos, cuando (en situaciones difíciles como esta, de confinamiento obligado y necesario) empezamos a evocar los valores del ayer: valores de solidaridad, amor, respeto, cuidado por el planeta; amor por la tierra, la fuente, el rio, el mar, la montaña; amor al campesino, al maestro, a nuestros profesionales, a los humildes, a la gente del común, a la empresa, a las instituciones y a Dios mismo. Hoy, viviendo en la aldea global, asistimos a una transgresión sistemática y necia de estos valores, donde la acumulación de riqueza, el egoísmo, el irrespeto, el enseñoreo de quienes ostentan cualquier manifestación mínima de poder, el irrespeto por la vida, el saqueo del planeta, el confinamiento a que venimos sometiendo a las especies animales y vegetales, al hombre mismo; la destrucción del medio ambiente y en general de nuestra casa (el Oikos, en la Grecia Antigua; la Pachamama, según nuestros ancestro), hacen que poco a poco nos mostremos indefensos y vulnerables, sin remedio alguno.

Los científicos estiman que en la vida silvestre existen cerca de un millón y medio de virus desconocidos, que podrían ocasionar una pandemia en cualquier momento, como la provocada ahora por el covid-19. El coronavirus sars-cov-2, causante de la actual pandemia, es parte de los tres coronavirus, de los siete conocidos, que han provocado terror en pleno siglo XXI. Algunos virus, dieron ya un ejemplo de cómo, en cuestión de semanas, la humanidad podría verse en jaque. Entre 1918 y 1919, el virus de la influenza (o gripe) mató a cerca de 100 millones de personas en todo el mundo; para entonces terminaba la Primera Guerra Mundial, que duró 5 años y mató a 10 millones de seres humanos. En las dos últimas décadas, la humanidad ha sufrido enfermedades infecciosas como el mal de las vacas locas (2000), el sars (2002), la gripe aviar (2004), la gripe A (2009), el Síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) de 2012, y el ébola en 2014.

Pero no hemos aprendido la lección. Carl Sagan, lo advirtió desde 1994: “Muchos de los peligros a los que nos enfrentamos de hecho surgen de la ciencia y la tecnología, pero sobre todo porque nos hemos vuelto poderosos sin ser proporcionalmente sabios”. La sabiduría pasa por la humildad: la pandemia nos está enseñando que debemos encontrar formas más saludables de relacionamiento, de alimentación, de producción, de planeación de las ciudades, de respeto por la vida y por el planeta. Nos está diciendo que tenemos un sistema educativo obsoleto (todavía signado por la concepción bancaria), donde el negocio de la presencialidad ha impedido el paso a la virtualidad, cerrando así oportunidades de educación a millones de personas segregadas en el mundo. Nos está diciendo que el teletrabajo (tan resistido por el Ministerio del Trabajo mismo) es una forma de descongestionar miles de ciudades y empresas, mejorando el tránsito, el medio ambiente y la productividad misma. La lección definitiva del coronavirus, dice que la vida es un don divino, y que la acumulación de riqueza desmedida, la pobreza, el desempleo y la miseria de millones de seres humanos, es inaceptable. La gran lección: el ultraje al planeta y a nuestros semejantes, es la peor necedad del ser humano.

Vuelvo a Rilke, vuelvo a mi infancia, vuelvo a mi aldea, sueño con un mundo fraternal, donde el coronavirus no tenga espacio para darnos enseñanzas.

Publicado en: https://www.elmundo.com/noticia/Lecciones-que-nos-da-el-coronavirus/379224


Fuente: www.elmundo.com
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