Freddy Wilson: pionero del rock en Colombia

 
Related

Empresarios de Nariño preocupados por futuro de COMFAMILIAR

Pablo Emilio Obando Acosta
286 points

Pueblo de Casabuy respalda gestiones de alcalde de Chachagüi

Pablo Emilio Obando Acosta
250 points



Most recent

Vive una experiencia gastronómica inolvidable en Grand Sirenis San Andrés

Comunicaciones
12 points

Mujer maltratada, sola, olvidada ... pero los hilos de la maternidad hacen milagros

El diario de Enrique
8 points

¿Cuándo podemos decir que llegamos a la vejez para la ciencia?

NOTICIAS-ETF
22 points

Una decisión atrevida

El diario de Enrique
8 points

¿Cómo y en qué casos puedes contratar a un detective privado?

MaríaGeek
12 points

¿Qué es el ciberespionaje y qué se puede hacer al respecto?

Patricia Amaya Comunicaciones
38 points

¿Cuándo empezamos a vivir? (Yo mismo)

El diario de Enrique
14 points

Expertos revelan cómo enfrentar los desafíos de ciberseguridad y protegerse al usar tecnología 5G

Prensa
18 points

Putin advierte, otra vez, sobre lo cerca que estamos de la tercera guerra mundial

NOTICIAS-ETF
10 points

¿Qué tiene en cuenta el consumidor colombiano a la hora de comprar?

Juan C
16 points
SHARE
TWEET
La década del 60 marcó una ruptura en las concepciones artísticas, culturales, musicales, educativas y sexuales que los jóvenes tuvieron hasta el momento. Los grandes cambios sociales iniciaron o se gestaron en esta etapa crucial de nuestra historia; aparece la píldora anticonceptiva, el boom literario, The Beatles, el existencialismo, el nadaísmo, la poesía urbana de la mano de Gonzalo Arango y los nadaistas. Pero , sin duda alguna, el hito que jalonó a la juventud en su deseo de cambiar el mundo fue la música y sus frenéticos ritmos que dieron lugar a la irrupción y aparición de los cocacolos, los hippies o, sencillamente, los melenudos, que desafiaban los cánones de una sociedad castradora e impositiva.



Freddy Wilson: pionero del rock en Colombia

Hasta entonces los quinceañeros eran casi que una replica exacta de sus padres, en sus hábitos, en su manera de vestir o comportarse y en cada una de las facetas existenciales que les impedían otear nuevos horizontes. En Colombia surge de la mano del nadaista Gonzalo Arango una renovada manera de concebir el arte, la poesía y la literatura en general. Los jóvenes empiezan una colectiva protesta contra las imposiciones de sus mayores y guiados de la pluma de este atrevido poeta se atreven a lanzar sus consignas en espera de una reacción de sus padres y educadores. La iglesia, el sistema educativo y el orden institucional lanzan una voz de alerta en su intento de contener a estos desarrapados seres que desconocen la autoridad de los censores de la moral y las buenas costumbres.

A nivel mundial empiezan a conocerse artistas de la talla de The Beatles, Elvis Presley, Little Richard, Bob Dylan, Los Rolling Stones y toda una tribu de músicos que con sus guitarras, sus panderetas y su batería convocaban a la rebeldía juvenil y a la creación de un nuevo orden existencial. Surgen grupos de rock en Latinoamérica y Colombia no se queda atrás. Los Dinámicos, The Speakers, Los Yetis, Los Ampex, Los Dangers Twist. Artistas de la talla de Juan Nicolas Estela, Harold, Vicky, Mariluz, Brando Ortiz, Marcel Ibarra, Freddy Wilson, Oscar Golden y otros tantos inundan el mercado nacional del disco. Sonolux, Zeida, Daro y otras empresas disqueras ven en la juventud un amplio mercado para expandir sus tentáculos comerciales. El cambio había iniciado y nadie podía detenerlo. Grupos como Los Teen Agers o los Golden Boys realizan covers de artistas internacionales.

Los cocacolos se toman al país, los pacatos se escandalizan, los adultos se estremecen al vaivén de las sotanas. Esa Colombia bucólica comienza a derrumbarse de la mano de esos melenudos que corean temas que incitan al desconocimiento institucional. The Speakers hace una versión en contra del armamentismo y la guerra: “Si la guerra es un buen negocio, invierte a tus hijos…”, Ana y Jaime, con la inspiración de Nelson Osorio, realizan denuncias publicas teñidas de canción, invitan a desalambrar, a recuperar el café y el petróleo, a seguir a Camilo Torres y a tomar conciencia de la vida política y social en nuestro país.

No fue fácil derrumbar cercas y muros. Pero la consigna siempre fue “No dejar ídolo en su sitio…”. El cambio se constituyó en un reclamo y en la urgente necesidad de los jóvenes colombianos. No bastaron los choques eléctricos, las expulsiones de la casa, las excomuniones, el señalamiento social, las burlas y los chistes negros; era imperativo el gran salto hacia la modernidad. Y eso únicamente fue posible con la nueva música, la Nueva Ola, que empezaba tímidamente a irrumpir en la radio nacional de la mano de Carlos Pinzón, de Alfonso Lizarazo o de Guillermo Hinestroza Isaza, primeros promotores de la música juvenil. Radio Quince, El Show de los frenéticos, Milo a Go - Go y unas cuantas frecuencias radiales inician lo que sería la delicia de la juventud y el gran dolor de cabeza para los adultos.

En este escenario surge la figura del Cantante Freddy Wilson, pastuso radicado en Bogotá que empieza a realizar pequeños covers con sus amigos del barrio Eduardo Santos en la capital de la república. Armado de valor y con su deseo de acercarse a las figuras juveniles de la época irrumpe en tono desafiante y rebelde. Hace parte del grupo Los Dangers que, posteriormente, cambiará su nombre por el de los Dangers Twist ante el sonido estremecedor y arrollador del twist. Edgard Hozzman, escritor y conocedor como el que más de la historia del rock en Colombia, nos recuerda que “Esta agrupación estuvo conformada por Édgar Ávila, primera Guitarra qepd, Hugo Núñez, piano, Manuel Jiménez, batería qepd, Raúl Clavijo, contrabajo y Fredy Wilson Cantante. En 1965, actuó como guitarrista líder Brando Ortiz qepd, músico estructurado y versátil…”, y no duda en considerar a Freddy Wilson como “el primer cantante de rock colombiano”. En una de sus deliciosas crónicas nos recuerda que “Fredy dejó huella dentro de su generación por ser el primero en contorsionarse en un escenario, tratando de emular a su ídolo el rey Elvis Presley”. Y con los ojos del recuerdo y la nostalgia nos transmite su pensamiento sobre este pionero del rock en Colombia: “Fredy no era un galán, era el clásico “cocacolo” del sur a quienes en el norte llamaban despectivamente, “camajanes”. Lo que le faltaba de pinta le sobraba en carisma, personalidad y afán de superación. En el escenario era un huracán, antes que Sandro, en Argentina, Fredy Wilson animó su escena con movimientos que marcaban el ritmo con su pelvis, los hombros y sus brazos”.

Compañeros de la época como el cantante Marcel Ibarra consideran a Freddy Wilson como “el mejor cantante y rokero que haya visto”. Freddy Wilson realiza presentaciones en diferentes escenarios de Bogotá, estremece a las quinceañeras y seduce a los cocacoleros que encuentran en su figura al ídolo que encarna sus deseos de rebeldía y libertad. En su crónica Eduard Hozzman precisa que “Fredy, un gran pionero del Rock colombiano que dejó huella en su generación, gracias a su personalidad y perseverancia musical. Su aporte al rock nacional fue definitivo, por haberse atrevido a romper con los prejuicios de una sociedad ortodoxa y ser el primero en actuar en un escenario sin formalismos, con movimientos que fueron censurados por exóticos y hasta vulgares. Fredy Wilson, el primer cantante de rock and roll colombiano y uno de los pioneros en Iberoamérica al lado de Eddie Pequenino en Argentina. Con Fredy no se ha hecho justicia; sin embargo su aporte al rock colombiano fue definitivo”.

Freddy Wilson es considerado uno de los pioneros del rock colombiano, es ampliamente conocido por su irreverencia, por su movimientos esquizofrénicos y desafiantes y por su voz fresca y juvenil. Encarnó los deseos de la juventud, interpretó y adaptó canciones de ídolos juveniles como Paul Anka y Little Richard. Max factor prensó en Sonolux dos Lps. en el año de 1967 con canciones de músicos y cantantes del Club del Clan y con artistas como Vicky, Mariluz, Marcel Ibarra y toda una pléyade de artistas que fueron en su momento los grandes ídolos de la juventud colombiana. Hoy esos acetatos son una reliquia que valen oro para los coleccionistas.
Entre ellos, entre los grandes, estuvo el pastuso Freddy Wilson, animando a la juventud, arrastrándola hacia la modernidad, rompiendo esquemas y paradigmas y sembrando en sus almas y en sus pensamientos el deseo de una nueva existencia más vibrante y emocionante. Sin duda alguna que Freddy Wilson merece ese justo homenaje que reclaman personajes de la talla de Edgard Hozzman o Marcelo Ibarra.
SHARE
TWEET
To comment you must log in with your account or sign up!
Featured content