* Por Carlos Eduardo Lagos Campos.
Con la puesta en escena de once colectivos coreográfico seleccionados para el desfile tradicional de un canto a la tierra que se celebra en San Juan de Pasto ciudad ubicada al sur de Colombia enclavada en los Andes de América se dió inicio al majestuoso carnaval de negros y blancos.
Al son de diferentes ritmos andinos que en buena medida son parte del legado que nos dejó el Inca en este límite Norte del tahuantinsuyo; en una mezcla con los ritmos propios de pastos y quillacingas, esta tierra se enriquece al son de flautas y tambores que resuenan durante todo el año pero que se potencializan en esta época de carnaval, que deleita a propios y extranjeros.
Fueron distintos motivos los que se presentaron en esta fiesta de danzas, de color, de sonidos que nos muestran la fuerza de la pachamama, la fauna y flora de los territorios ancestrales y sus saberes.
Los colectivos hacen parte de escuelas musicales que abundan en la región a las que también se han vinculado los diferentes colegios y universidades lo que le ha dado al carnaval no solo un mayor nivel cultural sino también una mayor inclusión social.
Los dos mejores coreograficos serán seleccionados para desfilar el día 6 de enero durante el desfile magno que incluye a estos dos colectivos comparsas y carrozas previamente seleccionadas por la corporación del carnaval.
El carnaval que fue declarado patrimonio cultural e inmaterial de la humanidad por la UNESCO en el año 2009, hace parte de una larga tradición histórica que se remonta a las épocas de la esclavitud donde los esclavos africanos tenían un día de permiso para realizar sus fiestas, ese día se echaban harina y se mezclaban con sus amos al estilo de las saturnalias en Roma.
Hoy pudimos observar todo el colorido la cultura, el folclor y la historia; una comparsa hace referencia a dos heroínas precursoras de la independencia Manuela Cumbal y Francisca Aucú, quienes mucho antes de la rebelión de los comuneros en la misa mayor del domingo 18 de mayo de 1800, las indias arrebataron de las manos del padre Jacinto Rivadeneira el decreto de incremento de diezmos, enviado por la Real Audiencia de Quito. Luego de despedazar el decreto, las líderesas acompañadas por don José Betancourt, Lorenzo Piscal y 300 insurrectos de otros pueblos, marcharon hacia Túquerres para acabar con los recaudadores de estos impuestos los hermanos Clavijo. Cómo en el resto del país todas la insurrecciones iniciales reconocían a Fernando VII.
Posteriormente fueron apresadas Manuela fue azotada cada domingo a la salida de la Misa Mayor y Francisca fue desterrada; Don José betancur descuartizado en la plazoleta de Las Carmelitas donde hoy reposa su estatua a quien se considera el verdadero precursor de la independencia de Colombia.
Por ello nos causa una verdadera ofensa quienes se burlan de los pastusos por haberse opuesto posteriormente a la campaña de Bolívar en Nariño sin saber que fue aquí donde se produjeron las primeras insurrecciónes.
Por ello el maestro Germán Arciniegas expresó: Nariño es una conjunción de heroísmo entre Agualongo, (Merchancano) entre otros, símbolos de lealtad, valor y fundamentalismo (Pueblo Pastuso) y de la rebelión, insurgencia y liberalismo de masas (Pueblo del Sur), encarnado en Aucú, Cumbal, Cucas Remo, Piscal y Carlosama, entre otros.
sin más preámbulos y los invitamos a disfrutar de este gran Carnaval patrimonio de la humanidad "Que viva pasto carajo".
*Miembro del Centro de Pensamiento Libre
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