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*Carlos Eduardo Lagos Campos.
Mientras el Presiden te IVÁN DUQUE se esfuerza por decirle a los colombianos que el Tal Paquetazo Pasional y Laboral no existe, sin que los colombianos nos percatemos de ello, el primero de octubre el Senador ÁLVARO URIBE VÉLEZ radicó un proyecto de ley con el número 212 de 2019 en el senado de la república cuyo objeto es:
Permitir la contratación laboral para jóvenes, mujeres mayores de edad, permitiendo que los aportes a la seguridad social y las prestaciones sociales se hagan en proporción al tiempo laborado; o sea nada más ni nada menos que la precarización del trabajo.
En efecto así lo desarrolla la ponencia de Uribe en el artículo 6 donde se autorizaría el contrato de tiempo parcial, el cual podrá celebrarse por horas, días o semanas cuando se trate de jóvenes entre 18 y 28 años que estén cursando estudios o cuando se trate de mujeres mayores de 57 años y hombres mayores de 62; según la propuesta el contrato debe constar por escrito y las cotizaciones al sistema de seguridad social y prestaciones sociales derivadas de estos contratos se harían en proporción al tiempo laborado, en todo caso el porcentaje de aportes y cotizaciones y prestaciones no puede ser inferior a la proporción del valor de la hora del salario legal mensual vigente.
En la exposición de motivos Uribe Vélez retoma un vetusto argumento que utilizó durante su gobierno para reducir los recargos nocturnos y las indemnizaciones de los trabajadores manifestando que: "la productividad empresarial está relacionada con las actividades que se deben ejecutar, el clima laboral, la calidad de los recursos necesarios para efectuar el trabajo la motivación y los resultados obtenidos"
En ese momento cuando excretó su más perverso discurso en contra de los trabajadores: “A Colombia la está matando la pereza, lo que tenemos que hacer es modificación de jornada de trabajo, es recortar la jornada de sueño, es recortar la jornada de vacaciones, es recortar la jornada de festivos”.
Dichas esas palabras afirmó que las reformas servirían para: “Incentivar la productividad a través de la reducción de la jornada laboral, así mismo flexibilizar la contratación laboral, para darle mayor dinamismo al mercado laboral, fomentando la formalidad y haciendo más flexibles no solo la contratación laboral, sino también los aportes al sistema de seguridad social”.
Lo anterior resulto ser no más que una falacia, así lo describió la BBC de Londres: “tras ocho años de gobierno de Álvaro Uribe, Colombia es campeón latinoamericano en inversión extranjera, pero también en desempleo. Y pese a que la economía crece a buen ritmo y a que la inflación ha caído, el país sigue siendo uno de los más desiguales del mundo.”
Se han buscado justificaciones de todo tipo, incluso en normas de favorabilidad de la OCDE, que indica que “Colombia es una de las pocas naciones donde las personas no están descansando. Señala que el 26,6 % de ellas trabaja más de 50 horas semanales, lo que representa largas jornadas laborales y poco descanso”, pero en su materialización se aprovecha para permitir contratos a destajos en términos de tiempo que no permitirían unos ingresos que permitan a los trabajadores satisfacer sus necesidades básicas.
Adicionalmente se vuelve trizas la obligación de otorgar a los trabajadores la jornada semestral familiar establecida en el artículo 3 de la Ley 1857 de 2017 donde se permitía además a los empleadores adecuar los horarios laborales para facilitar el acercamiento del trabajador con los miembros de su familia, para atender sus deberes de protección y acompañamiento de su cónyuge o compañera(o) permanente, a sus hijos menores, a las personas de la tercera edad de su grupo familiar o a sus familiares dentro del 3er grado de consanguinidad que requiera del mismo; como también a quienes su familia se encuentre en situación de discapacidad o dependencia, además de la posibilidad de convenir un horario flexible sobre el horario y las condiciones de trabajo para facilitar el cumplimiento de los deberes familiares.
Pero la propuesta no termina ahí también se les cercena el derecho adquirido en el artículo 21 de la Ley 50 de 1990 que establece que en las empresas con más de 50 trabajadores y cuya jornada sea de 48 horas a la semana, los trabajadores tendrán derecho a que 2 horas de dicha jornada se dediquen, por cuenta del empleador, a actividades recreativas, culturales, deportivas o de capacitación.
Esto implicaría que en Colombia existirían trabajadores de primera y segunda categoría donde los segundos tendrían menos derechos que los demás, violando de contera el principio universal del derecho laboral de “a trabajo igual salario igual”; principio materializado en nuestro ordenamiento jurídico en el artículo 143 del código sustantivo del trabajo donde se prevé que un a trabajo desempeñado en un puesto, jornada y condiciones de eficiencia iguales, debe corresponderle un salario igual; establece el mismo artículo que en cuestión de salarios no debe establecerse una diferencia por razones de EDAD, sexo, nacionalidad, raza, religión, opinión política o actividades sindicales.
El proyecto de Uribe lo que busca en el fondo es soportar las utilidades de las empresas sobre el trabajo en condiciones de precariedad, algo inaceptable en una sociedad civilizada y en pleno siglo XXI donde está más que demostrado que la eficiencia de las empresas se potencializa cuando sus colaboradores realizan sus trabajos en condiciones y ambientes laborales favorables.
Se proyecta adicionalmente establecer un salario mínimo por regiones y por sectores productivos lo que conllevaría igualmente a establecer regiones y sectores de primera y segunda categoría increpando aún más la marginalidad de las regiones y de algunos sectores productivos como el Agro; así como un salario inferior para los primeros empleos y lo menores de EDAD.
El objetivo real de estas reformas son la precarización de las condiciones laborales y pensionales bajo el eufemismo de la flexibilización laboral, la contratación por servicios y la bancarización y entonces vemos como hasta las personas que se ven afectadas con esta medidas salen a defenderlas.
EL PAQUETAZO PENSIONAL
Al tiempo que se introduce este proyecto todos los viernes la Comisión de Reforma de Protección a la Vejez, liderada por los Ministerios de Hacienda y Trabajo, viene realizado audiencias para escuchar a los sindicatos, pensionados, gremios, centros de investigación, universidades, multilaterales y partidos políticos con el fin de ambientar el aumento de edad de pensiones de mujeres de 57 a 62 años y hombres 62 a 65 años y eliminar el régimen de prima media de Colpensiones, mediante el cual el trabajador dependiente o independiente o el extranjero residente en Colombia de manera libre y voluntaria se vincula al Sistema General de Pensiones, en forma permanente a través de la Administradora Colombiana de Pensiones - Colpensiones, bajo el régimen de prima media con prestación definida, para privilegiar el régimen de ahorro individual de los fondos privados de pensiones de propiedad de Luis Carlos Sarmiento Angulo, el sindicato antioqueño agrupados en Porvenir S.A. Protección S.A. Colfondos Pensiones y Cesantías y Old Mutual.
Paralelamente diferentes dirigentes gremiales de Fenalco, Asofondos, fedesarrollo, IFI, la Andi, Acopi, e incluso de los agricultores (SAC) vienen ambientando esta perversa reforma pensional bajo la falacia de que el sistema es insostenible, cuando la realidad es que los trabajadores pagan sus pensiones, lo que se busca es concentrar la riqueza en los dueños de los fondos de pensiones bajo el empobrecimiento de todo un país, esta es la máxima del neoliberalismo; para obtener estos apoyos es que se pretendía sostener al ministro Botero en la cartera de Defensa y en el pasado a otros dirigente gremiales como SABAS PRETELT DE LA VEGA también de FENALCO y LUIS CARLOS VILLEGAS de la ANDI.
El problema que se les presenta en este momento y por lo cual desmienten la existencia del proyecto, es la falta de liderazgo del presidente Iván Duque a quien ya nadie escucha, no cuenta con el apoyo del congreso y cada vez se lo ve más a alejado de las realidad del país; la tapa de esto fue la expresión “de que me hablas viejo” cuando un periodista le preguntaba por los bombardeos donde murieron ocho niños y adolescentes cuando “Un estertor de angustia y de terror debió dibujarse en su llanto de niños sin que nada ni nadie pudieran salvarlos o tan solo consolarlos. Sus cuadernos, sus lápices y sus juguetes serán su único testimonio de vida. Las lágrimas de sus madres y padres abonarán el destello de su memoria de campesinos pobres, de hijos desnutridos y de niños convertidos en adultos antes de la verdadera cosecha” expresó el Humanista Pablo Emilio Obando.
“La modernización del régimen laboral no se resuelve con el trabajo por horas; en Colombia es anormal que la gente tenga pluralidad de empleos. La cotización al sistema de seguridad social en pensiones se vería seriamente afectado para el trabajador que solo cotiza por horas y no por semanas, como actualmente ocurre. Además, la liquidación de prestaciones sociales también sufriría un duro golpe para el trabajador, y ni hablar del vacío jurídico que genera el disfrute de las vacaciones con este tipo de flexibilizaciones contractuales. Tendremos pues que esperar los debates de este proyecto en su curso por el Congreso de la República para analizar con el texto final de la norma, los balances de beneficios y perjuicios que traen para el panorama laboral”, comentó Jeffrey Arcos Troyano abogado laboralista.
Con este PAQUETAZO se ataca a la sociedad por todos los flancos; por una lado se reducen los ingresos de los jóvenes y por el otro se condena a los adultos a percibir unas pensiones de miseria que es lo que ha desatado las protestas en Chile, como respuesta a las reformas realizadas por el hermano del presidente AUGUSTO PIÑERA en la sangrienta Dictadura de Augusto Pinochet y que fueron plagiadas por ALVARO URIBE VELEZ en la ley 100 que privatizo las pensiones y la salud de los colombianos, en esa ecuación perversa para los afiliados donde entre menos tratamiento se le da a un cotizante en salud más ganan las EPS, las cuales únicamente realizan una intermediación perniciosa con los operadores que prestan los servicio y por otro lado permite que los fondos privados arriesguen la plata de los pensionados en inversiones y construcciones como podría ser la del puente Chirajara que se desplomó en la carretera al llano mientras LUIS CARLOS SARMIENTO ANGULO recibía el premio al mejor diseño de ingeniería en Colombia, dándole a los pensionados una ración de miseria.
*Abogado
Analista Político
Miembro de Número del Centro de Pensamiento Libre
