por Raymundo Rivera Lopeztiana
De algo muy duro es como se describe el exilio, y no es para menos, si de por sí ya es muy duro salir de tu País a causa de la represión, el asedio y la persecución, precisamente consecuencia de un conflicto sociopolítico, más duro es enfrentarse al exilio, en un país que no conoces, donde no conoces a nadie, y no sabes a lo que puedes llegar a enfrentarte.
Tuve la oportunidad de conversar por whatsapp con Antonio, un joven nicaragüense de 27 años originario de Matagalpa, y precisamente exiliado en Mexico, quien cuenta camino a encontrarse con un pastor de Monterrey fue secuestrado en una terminal de autobuses,
”yo desconocía que Laredo era tan peligroso, y lo peor que fue en una terminal de autobuses”, dijo en la conversación.
Fue a través de su celular como António demostró a sus captores que no iba para EE. UU., en su labor de convencerlos, ellos, sus captores se comunicaron con una de sus amigas en Florida pidiéndole 4 mil dólares para que continuara su viaje.
Antonio aseguró no haber agresión física, aunque le hicieron prometer no volver más.
En 1267 por ciento aumentaron las solicitudes de asilo de nicaragüenses en México, en comparación al primer trimestre de 2018, esto de acuerdo a una publicación del periódico hoy.
Fuente: radiolibertad.site123.me