16 de JULIO de 2029
LOS DERECHOS DEL CONCEBIDO GIBRALTAREÑO, EN JUEGO
Algo más de treinta mil gibraltareños decidirán en referéndum a mediados de marzo si aceptan la ampliación de los supuestos para que una mujer pueda ejecutar legalmente a su hijo embrionario o fetal, en un aborto, en el Peñón. El Gobierno de Gibraltar aprobóun proyecto de modificación de la ley de Enjuiciamiento Criminal (Crime Act), que amplía los casos de aborto legal, aunque la última palabra sobre su entrada en vigor la tendrán los gibraltareños.
CADENA PERPETUA PARA LAS FILICIDAS
Hasta el momento, su legislación se encontraba entre las más restrictivas de Europa, a la par de la existente en San Marino, Mónaco, Irlanda del Norte y Andorra y muy poco por encima de Malta y El Vaticano, donde se prohíbe en todos los casos y circunstancias. En Gibraltar, practicar un aborto ilegal supone una condena a cadena perpetua y hasta ahora únicamente se permitía en caso de extremo peligro de muerte de la mujer embarazada.
EXTERMINIO DE FETOS ENFERMOS O "BASTARDOS"
El proyecto del Gobierno de Fabián Picardo ha sido fruto de una amplia consulta a expertos y organizaciones ciudadanas. Se permitiría abortar en caso de anomalía mortal en el feto; en el caso de que si el embarazo se llevara a término existiera un riesgo de anormalidades físicas o mentales que conlleven una discapacidad grave en el neonato; en los casos de embarazo como resultado de una violación y también en los embarazos como resultado de un incesto.
DISCRIMINACIÓN DE LA PERSONA FETO EN EUROPA
Una reciente sentencia del Supremo del Reino Unido ha declarado contraria a la Convención Europea de Derechos Humanos la ley del aborto de Irlanda del Norte, idéntica a la de Gibraltar. Picardo reconoce que la actual legislación del Peñón es radicalmente contraria a la propia Constitución y a las normativas europeas, “por lo que era imprescindible emprender medidas legislativas urgentes”.
Los grupos pro vida del concebido insisten en que lo que procede es hacer lo opuesto, presionar a Europa para que las leyes de países como España o Suecia sean como la de Gibraltar.
REINO UNIDO EXTIENDE SU FETOFOBIA
El Gobierno del Peñón recuerda que el fracaso a la hora de encontrar una solución a este problema en Irlanda del Norte ha dado lugar a una votación en el Parlamento de Westminster, en el que la mayoría de los diputados aprobó que Londres intervenga directamente en este ámbito. Picardo no quiere que suceda lo mismo con Gibraltar, en aras de la defensa de la autonomía del Peñón frente Reino Unido, que en teoría es total excepto en temas de Defensa y Asuntos Exteriores.
El debate del aborto divide profundamente a la pequeña población gibraltareña y no es nada seguro que la consulta popular vaya a sancionar la modificación propuesta por el Gobierno. Picardo ha asegurado que en todo caso se compromete a aceptar el resultado de la consulta si sigue en el poder ese 19 de marzo, fecha del referéndum. El principal partido de la oposición, el socialdemócrata, no se ha pronunciado oficialmente, sabedor de que, aunque su postura es favorable a modificar la ley, cualquier manifestación puede tener un coste electoral.
"JUNTOS POR GIBRALTAR", PARTIDO EMBRIOFÓBICO
En este contexto, sólo el pequeño partido Juntos por Gibraltar, que lidera la diputada Marlene Hassan, descendiente de una de las históricas familias políticas gibraltareñas, se posiciona abiertamente a favor del aborto, como también lo está a favor de la despenalización de la marihuana.
Hassan, casada y madre de cuatro hijos, reconoce que ella misma ha ayudado a conocidas a abortar en España. “Conozco a mujeres que se han quedado embarazadas, aunque usaban anticonceptivos. Eso sucede. También conozco a quienes no pueden permitirse otro hijo porque ya tienen varios o porque tienen una pareja que las maltrata. O porque no se sienten capaces de ser madres. Quiero que puedan tomar sus propias decisiones, darles una opción que ya existe en casi toda Europa”, señala Hassan.
Los grupos pro vida del concebido proponen que se castigue el delito de "feticidio transfronteras", para que gente como Hassan no burle la ley.
PERSONAS FETO GIBRALTAREÑAS, EJECUTADAS EN ANDALUCÍA
Aunque se apruebe la reforma legislativa y se refrende en el referéndum, muchos gibraltareños dudan de que las mujeres decidan abortar en el Peñón. Piensan que la inmensa mayoría seguirá trasladándose a España o al Reino Unido. Picardo reconoce que “en una sociedad tan pequeña como la gibraltareña todos nos conocemos y es prácticamente imposible mantener el secreto. La gente quiere ir a España porque la decisión y la ejecución, que en todos los casos suponen un alto coste emocional para la mujer, son mucho más privadas”. Y en una sociedad con alto poder adquisitivo, el traslado hasta las clínicas andaluzas no supone un gran esfuerzo económico.
