Fotografía de Tommy Ingberg (La faz perdida)
04 Enero 2016
En una oscura mesa del rincón de la Sacristía, estaba fabricando esa cosa que él llama café y que sale de esa vieja Oroley de los 60. Un café conseguido a base de malta y torrefacto tras un previo triturado manual con un viejo molinillo salido, también del ayer, que con todo deja un aroma y un sabor que, siendo amable, diré que es de los que no olvidas. Pues eso, allí estaba yo con mi Párroco favorito tomando ese brebaje sin pestañear, hablando de los problemas del alma perdida, del gospel de Navidad y de la minifalda de la Loli que a sus cincuenta y muchos es un pecado mortal verla ahí en el coro cantando la Salve Regina. Pero lo mejor de la charla concluyó cuando tras un par de chupitos de agua bendita de Arucas para arrepentirnos del sabor del café tomado, mi querido Párroco zanjó la charla con un ... "Enrique, teme a Dios para las cosas de Dios, pero teme a los hombres para el resto de cosas de tu vida. Peca si no tienes más remedio, pero no seas hipócrita, no me digas que te arrepientes de lo hecho porque no es verdad, solo escarmientas cuando ya lo has hecho y te ha salido mal, esa es la peor y mejor, penitencia que nos llevamos los vivos. Ah, además, que carajo quieres que yo te explique a ti que ya no sepas, pedazo de alma arrepentida y escarmentada, tú eres un hombre del ladrillo ... deberías venir a las catequesis a contarnos que se hizo con ella, con la decencia política y empresarial en este País".
Y yo, como vi al cura muy perjudicado, aunque muy sincero, (por eso me encanta hablar con él además de por el conocido motivo de ... ¿y si sí?), ayudado por mi querida y deseable agua bendita de Arucas, decidí darle un abrazo de amigo, palmadas en la espalda, pecho adelante y culo afuera, oreja con oreja, sin mariconerías, como corresponde a una sincera amistad, a una despedida de gente mutuamente agradecida ... gente de bien, amantes de la sinceridad por encima de las pasiones, de la religión, de la soberbia y hasta de la mundandad ... gente clara como el agua de la fuente de Polop o de la del mismo cielo ... gente sencilla que solo quiere vivir para vivir y ser feliz ... ¿Se puede pedir más? ... pues parece que al resto del mundo, ahora, le parece poco ... ¿Verdad?
Fuente: esnoticia.co