Además de ser un medio 100% digital, la adopción de la factura electrónica acelera la transformación digital de las empresas generando un “efecto digital” en los negocios. Su utilización fomenta la automatización y la digitalización de la actividad económica de las empresas y, por lo tanto, del conjunto del país.
Alberto Redondo, Director de Marketing de ‘Seres’, señala que sus primeros pinos en el país ha generado un “efecto digital” que impulsa la digitalización de los departamentos financieros y se extiende a la relación de la empresa con sus clientes y proveedores, acelerando la adopción del intercambio de documentos electrónicos distintos a la factura electrónica.
A su juicio, por ejemplo, con la factura electrónica, generar la factura con validación en tiempo real por parte de la DIAN, enviarla y recibirla electrónicamente, registrar y contabilizar electrónicamente la factura y proceder a su pago, es un proceso que se ha optimizado.
El “efecto digital” del que habla se extiende también a la relación de la empresa con sus clientes y proveedores y acelera la adopción del intercambio de documentos electrónicos distintos a la factura electrónica como son los contratos, los pedidos, las guías de remisión y un largo número de otros documentos que pasan del papel al formato electrónico basados en el canal sólido que se ha creado para las facturas electrónicas.
“Las empresas colombianas han entendido muy bien ese proceso, que debe ser invisible para el usuario, es decir, la empresa debe emitir la factura y debe ser el operador de factura electrónica quien de soporte a todo lo necesario para la utilizar firma y la seguridad de su uso”, concluye Redondo. La empresa debe emitir facturas y los operadores trabajar para que se haga correctamente y con los niveles seguridad necesarios.
Otro de los “efectos digitales” de la factura electrónica tiene que ver con la seguridad. Su adopción va acompañada del uso de la firma y los certificados digitales, creando una cultura de seguridad digital en el negocio.