Cuando Igor Roji se convirtió en alcalde de Orizaba, su esposa Mariana Díaz se sacó la rifa del tigre. De ser una mujer "x"
Se convirtió en la primera dama de la ciudad.
Lo malo es que no se le quitó lo "x". Desde su toma de protesta, Igor Roji ha tratado de ganar con "manejo de imagen" una ilusión de ser un gobierno "superior" al de su antecesor.
Para tal fin, contrato al "célebre" Carlos Castillo, aprendiz de consultor de imagen, para que le sacara fotos y vídeos aburridisimos; tratando de levantar así su nula popularidad y mejorará la del DIF y la de su esposa.
La fórmula no ha funcionado. En primera por qué castillo no tiene la capacidad. saca bonitas fotos y todo, pero si no ha podido sacar adelante su empresa "share It" menos podrá sacar adelante a Roji y Díaz.
En segunda, por qué ni con todas las fotos del mundo se puede generar una imagen que no existe ni existirá. El DIF está en el abandono y eso lo saben los ciudadanos y los empleados.
Atrás quedaron los días del orden, la limpieza y el trabajo social. Ahora el edificio está abandonado y descuidado.
La presidenta Mariana Díaz va un día si y dos no. Nunca se le encuentra. La gente solo la conoce por el Facebook. Y cuando llega se presenta como recién salida de la cama. Despeinada, fachosa, desganada. No sabe ni combinar su guardarropa.
¿Y el dif? En el olvido. Por qué cuando el gato no está, los ratones hacen fiesta. Y si la presidenta no llega, Carlos Castillo tampoco.
Prefiere seguirle haciendo al empresario que atender el DIF. Para todos es sabido que Castillo hace negocios a la par de ser director del DIF, la población que se friegue.
Tan mal están las cosas que el personal del DIF no puede ni cambiar la publicidad de sus espectaculares que están descoloridos, sucios y fodongos que su presidenta.
No cabe duda que todo se parece a su dueño.