Reflexión: ¿Por qué los perros viven menos tiempo que las personas?

 
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Sabemos que nuestro perro estará con nosotros una media de diez años. Durante ese tiempo nos harán reír -no hablarán, pero hacen cada cosa- jugaremos con ellos, también nos enfadarán con sus travesuras y no tan travesuras… Pero, pase lo que pase, lo que recordamos son los buenos momentos, como ocurre en la película ‘Una pareja de tres’.

Reflexión: ¿Por qué los perros viven menos tiempo que las personas?

Que nuestro fiel amigo viva menos que los humanos tiene su explicación y podríamos contar con un veterinario para conocer la respuesta con detalle. Pero este punto científico lo dejaré para otro post, hoy quiero compartir otro mensaje. Probablemente lo conozcan, ya que se trata de una carta que circula en los últimos años por Internet de la que no se sabe su autor. En sus líneas, un niño de seis años explica por qué los perros viven menos que las personas. Un mensaje sencillo y real:

Soy veterinario. Me llamaron para examinar a un perro llamado Belker. Los dueños del animal, Ron, su esposa Lisa y su pequeño Shane, estaban muy apegados a Belker, y estaban esperando un milagro. Lo examiné y descubrí que estaba muriendo de cáncer. Le dije a su familia que no podíamos hacer nada y me ofrecí para proceder a la eutanasia en su casa.

Hicimos los arreglos necesarios. Ron y Lisa dijeron que sería buena idea que su hijo de seis años, Shane, observara el proceso. Ellos creían que Shane podría aprender algo de la experiencia.

Al día siguiente, sentí un nudo en mi garganta mientras la familia de Belker lo rodeaba. El niño parecía tranquilo, acariciaba al perro por última vez… Yo me preguntaba si comprendía lo que estaba pasando. En unos minutos Belker se quedó dormido para no despertar nunca.

Shane aceptaba la transición de Belker, sin ninguna dificultad o confusión. Nos sentamos todos y hablamos sobre el triste hecho de que la vida de los animales sea más corta que la vida de los seres humanos. El pequeño de seis años, que había estado escuchando atentamente, dijo: “Yo sé por qué”. Sorprendidos, le miramos. Lo que dijo a continuación me maravilló, nunca había escuchado una explicación más reconfortante que ésta. Cambió mi forma de ver la vida. Él dijo:

“La gente viene al mundo para poder aprender cómo vivir una buena vida , cómo amar a los demás todo el tiempo y ser buenas personas, ¿verdad? Bien, como los perros ya nacen sabiendo hacer todo eso, no tienen que quedarse tanto tiempo como nosotros.”

Recuerda que de un perro puedes aprender que…

Cuando tus seres queridos lleguen a casa, ve siempre a saludarlos.

Nunca dejes pasar una oportunidad para ir a pasear.

Deja que la experiencia del aire fresco y del viento en tu cara sea pura.

Toma siestas.

Estírate antes de levantarte.

Corre, salta y juega a diario.

Mejora tu atención y deja que la gente te toque.

Evita morder, cuando un simple gruñido puede ser suficiente.

En días cálidos, recuéstate sobre tu espalda en el pasto.

Cuando haga mucho calor, toma agua y disfruta de la sombra de un árbol.

Cuando estés feliz, baila y mueve todo tu cuerpo.

Deléitate en la alegría simple de una larga caminata.

Sé leal.

Nunca pretendas ser algo que no eres.

Si lo que quieres está enterrado, escava hasta que lo encuentres.

Vive sencillamente, ama generosamente, quiere profundamente, habla amablemente y trata bondadosamente.

Cuando alguien tenga un mal día, quédate en silencio, siéntate cerca y suavemente hazle sentir que estas ahí.


Escrito por Rocío R. Gavira

Fuente: alzalapata.ideal.es
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