Hablar de las virtudes artísticas de Chucho Vallejo ya es redundante. Ampliamente conocido y admirado en los círculos culturales de Nariño, Colombia y Latinoamérica; su obra musical y pictórica ha obtenido múltiples reconocimientos llevando los colores, los sabores, los sonidos y los paisajes de Nariño por el mundo entero.
No obstante lo anterior Chucho Vallejo no ha sido reconocido como es debido por su propia gente, pues ni el Concejo Municipal ni la Asamblea Departamental le han invitado a su recinto para entregarle el agradecimiento que merece por representarnos con dignidad y decoro en los distintos escenarios donde ha hecho presencia. Sobre su obra pictórica se ha escrito en diferentes revistas, periódicos, redes sociales y en folletos y publicaciones especializadas. Todas ellas coinciden en expresar la grandiosidad de su obra y la representación de nuestra región en cada una de ellas. Muchas de sus pinturas engalanan y adornan los hogares de quienes admiran y patrocinan su trabajo de una manera real y efectiva. De su música ya es conocido por todos que donde suena Chucho Vallejo se escucha a Nariño. Hace poco rindió Chucho Vallejo un tributo musical a Ronda Lirica destacando la actividad y vigencia de Hipólito Jojoa, el último juglar de esta agrupación tan querida y estimada por los nariñenses.
Ya hace unos días este maestro se encuentra entre nosotros, entre su gente, sus quereres y su paisaje. Vino por pocos días pero su gran amor por su tierra lo tienen anclado entre nosotros, promocionando la excelsa obra pictórica en homenaje al poeta Aurelio Arturo, obra en formato gigante que se exhibe en Galería Pilares gracias a la gentileza de su propietario Darío Bucheli Eraso. Obra por demás admirada y recibida con beneplácito por quienes la visitan y que gracias al llamado de la opinión publica se busca sea adquirida por una empresa o entidad del departamento de Nariño y se quede entre nosotros.
Nos encontramos a Chucho Vallejo contemplando distintos paisajes de nuestra geografía, visitando distintos municipios de Nariño en su ánimo y afán de plasmarlos en sus lienzos y eternizarlos en su pincel. Acción que realiza acudiendo a sus propios recursos, gastando su propio patrimonio y atrapado en la idea de dibujar y atrapar los colores, movimientos y sensaciones que expresan esos paisajes colmados de magia y misticismo. Esperamos que algunos alcaldes de nuestro departamento le formulen una cordial invitación y le acompañen en esta iniciativa que permitirá el conocimiento de cada una de estas regiones en el mundo entero.
Igualmente nos permitimos formular un respetuoso llamado al Concejo Municipal de Pasto y a la Asamblea Departamental para que aprovechando la presencia de Chucho Vallejo entre su gente se le hagan los reconocimientos del caso y se le exprese el cariño, la admiración y el respeto por su obra y su representación en distintos puntos del orbe. Sabemos de la generosidad y bondad de estos entes que se deben caracterizar por destacar los aportes a nuestra región. Y de paso invitarlos para que escuchen el clamor del pueblo, de su gente y de quienes valoramos el excelso homenaje que Chucho Vallejo le ha rendido a Aurelio Arturo y se busquen los recursos para que esta obra se quede entre nosotros, entre su gente. Que no nos ocurra, como ya lo hemo expresado vehementemente, que luego tengamos que lamentarnos su pérdida como lo hacemos con obras tan valiosas como la biblioteca del humanista Ignacio Rodríguez Guerrero.
Gracias maestro Chucho por ese incondicional amor por su tierra y su gente, por representarnos con grandeza y orgullo en los distintos escenarios del mundo. Quién mejor que usted para recibir este homenaje que el pueblo de Nariño solicita y exige al Concejo Municipal de Pasto y a la Asamblea Departamental. No descansaremos en nuestro empeño y si ellos no lo hacen, seremos nosotros, el pueblo, quienes le entregaremos en un pergamino el respeto y la admiración que usted y su obra merecen.