Cuando una puntada en el pecho significa un infarto…un dolor de panza es cáncer de estomago y un dolor de cabeza es un ACV…nos desestabilizamos.Algo anda mal. Cuando la certeza de un padecimiento mortal se clava en la cabeza…no sentimos fatal…desesperados…muy angustiados y la urgencia va creciendo al punto que necesitamos hacer algo ya¡¡¡…”Buscar respuestas”,” confirmar la sospechas”.
Empezamos consultando al oráculo…al doctor Google(que empeora notablemente el cuadro)después, trastornados por todos la información que leímos caemos en recorrer tooodasss las especialidades médicas habidas y por haber…convenciendo al médico que nos de pilas de estudios (algunos muy complejos e invasivos)para “descartar”…A esta altura, esta vivencia asfixiante que la muerte está a la vuelta de la esquina nos modifica la vida. Nos obsesionamos con la enfermedad.(y no con la salud).
A lo que prestamos atención cobra vida…y si nuestra atención está centrada en nuestro cuerpo…y nada nos importa más que lo va ocurriendo en nuestro organismo…intestinos, ganglios y mucosas son nuestro horóscopo…y…nos pronostican una catástrofe. Que parece ser “la verdad”…”la solución”...Pero NADA de eso vamos a obtener…tal vez un alivio transitorio …muy breve...el dolor y la preocupación resurgen rápidamente.
De que dolor se trata? Porque la medicina no da respuestas a este padecimiento?...
Saben porque...porque estamos buscando mal…no es el cuerpo el que está enfermo…sino el alma. El problema está en otro lado…sólo se expresa a través del cuerpo…es el vehículo por donde el pensamiento(que es el que tiene el problema)se hace notar.
Pero el dolor es real...verdadero...aunque la causa no esté en el cuerpo. EL cuerpo se vivencia enfermo…pero no lo está. Entonces, qué pasa?
Pasa que mi vida se convirtió hace rato en un laberinto …no me gusta…y ni me di cuenta cuando....y no puedo salir.Pasa que no sé ,no puedo,no me permito expresar lo que siento…y mi cuerpo se transformo en un campo de batalla donde luchan todas mis emociones: enojo, frustración, celos,miedos,ansiedad,falta de fe,soledad,desamor y porque no amor también…Estan todas ahí adentro...haciendo ruidos en mi cuerpo y yo las interpreto como señales de “enfermedad”..siento la urgencia…y creo que es el doctor el que me tiene que dar la receta para callar esto…Pasa que tengo que cambiar...crecer y me gana la incertidumbre…no sé con qué me voy a encontrar…y me da pánico”.No se salir de mi mismo.”
El cuerpo se volvió un espejo de mi malestar existencial…y nadie puede cambiar este reflejo porque la imagen es mía… nadie me va a responder una verdad intima que solo yo puedo descubrir. Aunque comúnmente se defina este padecimiento(Hipocondría) por el miedo a la muerte…yo lo definiría como el miedo a la vida…El miedo a salir de sí mismo...a brindarse…miedo a no controlar…a relajarse y asumir las consecuencias de vivir… no pagar los costos…
Gente bella, no hay recetas para la felicidad ,ni esto lo pretende ser…solo les quiero dejar como herramienta el cuestionamiento sobre el dolor que sienten… háganlo hablar…no lo tapen con una pildorita,médicos o enfermedades…tal vez sea una señal de amor…una señal de amor propio que está faltando….
Gaby Arese.
Fuente: Lic Gabriela Arese..Psicologa clinica.Psicooncologa :Especialista en ansiedad
