Nos enteramos por una vía algo extraña, y no sabemos si haya algo real, de que se estaban haciendo debates privados entre esa gente para determinar si sacar del Vaticano al que metieron, pues era cada vez más claro que les estaba empezando...a contrariar los planes; pareciera ser que la oposición está empezando a adquirir niveles in crescendo. Esa gente pareciera no saber si es mejor mantener al miserable ese ahí o si sacarlo, esperaban, cuando lo metieron allá, que los católicos sin reserva lo iban a adorar como a un dios.
Si eso fuese cierto, y no tenemos razón en contra, querría decir que el miserable ese las está empezando a ver color de hormiga, o como dice alguien por ahí: "Ya lo besó el Diablo"...