La Historia de los Leñadores: Una Lección de Vida

 
Related

Nació el primer hotel gestionado por jóvenes con síndrome de Down

La vida es noticia
3254 points

La inteligencia es sexy (pero solo en la teoría)

La vida es noticia
1486 points



Most recent

Midorexia o el miedo a envejecer

NOTICIAS-ETF
20 points

Los microplásticos ya están en todas las placentas humanas: ¿Un suicidio silencioso?

NOTICIAS-ETF
10 points

Empoderando a los socios: Sophos amplia su compromiso con el canal y presenta Partner Care

Prensa
10 points

Si sufres de alguna de estas 9 enfermedades podrás jubilarte a los 52 años

NOTICIAS-ETF
12 points

¿Cuándo empezamos a vivir? (Yo mismo)

El diario de Enrique
14 points

El valor de las cosas, el valor de la vida

El diario de Enrique
12 points

Inadmisible. ¿Políticos que nos roban a manos llenas?

NOTICIAS-ETF
12 points

Hablemos de OMEPRAZOL (protector d estómago), y los graves peligros d tomarlo diario sin necesitarlo

NOTICIAS-ETF
40 points

Esto es lo que pasa cuando dejas de fumar

NOTICIAS-ETF
16 points

Sigamos soñando

El diario de Enrique
10 points
SHARE
TWEET
RECIENTEMENTE TUVO LUGAR el “Campeonato Mundial de Leñadores” que se celebra todos los años en Canadá. ¿Los finalistas? Un Canadiense y un Noruego llamados Peter y Johann respectivamente.

La Historia de los Leñadores: Una Lección de Vida

Su tarea era muy sencilla. A cada uno de ellos se le adjudicó un sector del bosque. Aquel que talara más árboles entre las 8 de la mañana y las 4 de la tarde, sería el ganador.

A las 8 en punto sonó el silbato y los dos leñadores se pusieron manos a la obra con destreza. Iban talando intercambiando golpe tras golpe hasta que a las nueve menos diez el Canadiense oyó que el Noruego se detenía… Advirtiendo su oportunidad, ¡el Canadiense redobló sus esfuerzos!

A las 9, el Canadiense oyó que el noruego comenzaba a talar otra vez. Una vez más parecía que iban talando intercambiando golpe tras golpe, ¡hasta que a las diez menos diez el Canadiense oyó que el Noruego se detenía! El Canadiense perseveró, decidido a sacar el mayor partido posible de la debilidad de su adversario.

A las 10 en punto, el Noruego comenzó a talar de nuevo. Hasta que a las once menos diez hizo una nueva pausa. La confianza del Canadiense iba en AUMENTO — podía “oler” la victoria y prosiguió con su ritmo regular y constante.

Y así sucesivamente a lo largo de todo el día. Cada hora a menos diez, el Noruego paraba y el Canadiense seguía talando. Cuando sonó el silbato a las 4 de la tarde señalando el final de la competencia, ¡el Canadiense estaba absolutamente convencido de que el premio era suyo! Te podrás imaginar cuál sería su sorpresa al descubrir que había perdido…

“¿Cómo lo hiciste?” le preguntó al Noruego. “Cada hora a menos diez oía que te parabas. ¿Cómo demonios pudiste cortar más árboles que yo? ¡No es posible!”

“Pues realmente es muy sencillo,” respondió el Noruego con franqueza. “Cada hora a menos diez, paraba. Y mientras tú seguías talando, yo me dedicaba a afilar el hacha…”
SHARE
TWEET
To comment you must log in with your account or sign up!

Comentarios más recientes
gissella esther martinez
para crecer y hacer mejor trabajo y lograr el éxito hay que considerar contar con buenas herramientas para conseguirlo.
 
Featured content