5 mentiras acerca de la navidad

 
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No cabe duda que la Navidad ha sido la celebración cristiana con más penetración y presencia cultural, y ello conlleva que haya sido profusamente examinada y atacada por los enemigos del cristianismo.

5 mentiras acerca de la navidad

El bautizado de a pie, por su parte, no tiene mucho que decir al respecto, dado que su conocimiento acerca de la navidad proviene principalmente de algunas animaciones en stop motion que vio hace algunos años en la TV, y los pesebres que se instalaron en el mall en noviembre del año pasado.

Para contrarrestar en algún grado el espectacular fracaso de la catequesis cristiana en torno a la navidad, vamos a algunas mentiras comunes que se escuchan cada año por la época de navidad.

#5. El 25 de diciembre se escogió para coincidir con una fiesta pagana

El primer “dato de trivia” con que se intenta sorprender a nuestro desprevenido cristiano, apunta a la fecha de la navidad, y es bastante efectivo. Tan acostumbrada está la gente al 25 de diciembre, que darse cuenta que no aparece en la Biblia la conmociona a un nivel muy básico ¿Acaso la Iglesia nos ha mentido por dos mil años, acerca del “verdadero sentido de la navidad”? Pero la cosa no termina ahí, luego nos enteramos que hubo una fiesta pagana en la misma fecha, saturnalia o sol invictus según sea el caso, que fue “apropiada” por los cristianos para celebrar el nacimiento de su mesías.

Si cada año celebramos una mentira ¿cómo podemos seguir confiando? ¿Quién podrá defendernos?


Lamentablemente estos son los tipos de razonamientos que tienen lugar cuando la catequesis ha sido débil o nula. Y es extremadamente común.
Nuestra primera actitud debería ser un tranquilo “¿Y qué si fuera así?”. Después de todo, parte importante del mensaje de Cristo era no mantenerse apegado a tradiciones no esenciales, y poner las herramientas de la cultura al servicio de la evangelización. Si fuera cierto que los cristianos tomaron una celebración anterior para darle un nuevo significado, acercando el evangelio a un pueblo, nada malo hay con eso ¿o un cristiano debería ser una especie de fanático del calendario?

Pero el origen pagano de la navidad tampoco es algo tan claro como parece a primera vista, pues

En el S. XIX esta teoría era ampliamente aceptada, pero investigaciones recientes han encontrado que no hay datos de una gran fiesta asociada al 25 de diciembre, hasta el año 274 D.C., cuando el emperador Aureliano instauró la celebración al sol invicto. A esa época la religión fundada por un carpintero judío ya estaba bien extendida por todo el imperio, de modo que es igualmente posible que fueran los cristianos quienes comenzaran a celebrar en esa fecha, y el Marco Aurelio buscara promover la unidad del imperio, asignandole un significado pagano a la festividad.

¿Y por qué los cristianos escogerían esa fecha ? Existía en la antigüedad el concepto de la “edad integral” que se refería a que las grandes figuras salían del mundo en la misma fecha en que habían entrado. Con esto en mente, si la pascua judía ocurría a fines del mes de marzo, y una tradición la situaba específicamente el 25 de marzo, Su concepción también debería haber ocurrido en la misma fecha… y nueve meses después corresponde al 25 de diciembre.

#4. Toda la escena del pesebre delata el origen mítico del relato

El pesebre o belén al pie del árbol de navidad es otra de las imágenes que están irremediablemente vinculadas a la navidad, y con ello todos sus partícipes:María, José y el niño, la estrella, los ángeles, los pastores y sus ovejitas, los tres magos y sus regalos, el burro y el buey. Nuestros amigos escépticos suelen proponer que cada una de estos elementos no son más que “adornos literarios”, referencias a otros mitos de la antigüedad, puestos conscientemente para dejar claro al lector que este niño es especial.

Lo que no tanta gente sabe es que la costumbre de confeccionar un pesebre en conmemoración de la navidad, como pocas tradiciones navideñas, tiene un origen bien claro y conocido. Fue en la navidad de 1223 cuando San Francisco de Asís tuvo la idea de reproducir en vivo la escena que habría rodeado el nacimiento del Salvador, y a partir de ahí la idea se propagó por toda la cristiandad. Desde luego, con un origen tan claro y alejado de las fuentes paganas de la antigüedad, nadie podría decir que el pesebre tiene un origen pagano.

¿Pero qué decir de cada uno de sus elementos?

La estrella de Belén, por ejemplo, ha sido objeto de constantes especulaciones a lo largo de los siglos (se habla de un cometa, una conjunción de planetas, una supernova o de un fenómeno único), sin que nadie pueda decir nada por seguro. Es cierto que los pueblos paganos tenían viejas tradiciones de interpretar los cambios en el cielo como presagios de grandes eventos en la tierra, pero eso no permite descartar que en este caso Dios se haya servido de un lenguaje que los paganos entendían para anunciar la llegada de Su hijo al mundo. De hecho, es llamativo que toda la información respecto a la estrella de Belén la encontremos en el evangelio según San Mateo, que es reconocido como el más judío y judaizante de los evangelios (con frases como “No vayáis por el camino de los gentiles, y no entréis en ninguna ciudad de los samaritanos, sino id más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel.”), y los israelitas despreciaban la astrología como una forma de idolatría (y con razón), de modo que si fuera un episodio falso, ciertamente que no habría quedado registrado en este evangelio.

“Al menos reconocerás” dicen nuestros amigos “que toda la escena tiene fuerte tufo a idealización mítica, nadie que haya visto el nacimiento de este niño habría encontrado a los pastores y tres varones con turbante entrando con regalos en sus manos”.

Más que una crítica al relato cristiano acerca de la navidad, esta es una crítica a la versión azucarada de la navidad, que encontramos en las películas y tarjetas de navidad, y antes que leyendo la Palabra de Dios.

#3. Los relatos de Mateo y Lucas se contradicen

Al llevar nuestra atención a lo que efectivamente dicen los evangelios, los escépticos insisten en que los relatos que encontramos en Mateos y Lucas se contradicen.

Por ejemplo, en Mateo el ángel se aparece solo a José, y en Lucas solo a María; en Lucas se nos cuenta como el niño llega a nacer en un pesebre, pero en Mateo se nos dice que nace en una casa; y que en Lucas vuelven a Nazaret, mientras Mateo hace que la familia huya a Egipto.

Efectivamente, los relatos que encontramos en Mateo y Lucas son marcadamente diferentes, pero si observamos en que coinciden y en qué difieren, comenzamos a darnos cuenta que ambos contiene información independientes de un mismo hecho, donde cada uno aporta información que el otro no tiene, sin contradecirse pero que coincide en lo esencial, de modo que su credibilidad resulta reafirmada.

Así, ambos evangelios afirman categóricamente que Jesús nació de una joven llamada María, quien estaba prometida con José, descendiente de David; que el niño fue concebido virginalmente, por el poder de Dios; y que nació en Belén de Judea en tiempos de Herodes. Claramente estamos ante dos testigos independientes, que no se copian uno de otro, pero aún así coinciden en el hecho, los participantes, el lugar y el tiempo en que habría ocurrido en nacimiento. En derecho, esto basta para constituir plena prueba de algo.

En cuanto a las diferencias entre ambos evangelios, queda claro que ninguna de ellas amonta a una contradicción.

Así, nada impide decir que el ángel se apareció a María, y en sueños a José, cada uno en circunstancias y con un mensaje diferente; y que Jesús nació en un pesebre y ahí lo encontraron los pastores, pero después se trasladó a una casa, donde llegaron los magos a adorarle.

Tampoco ha contradicción en el viaje de la familia a Egipto, donde Mateo nos cuenta que permanecieron hasta la muerte Herodes, pues nada impide que Lucas considerara de menor importancia ese tránsito por Egipto, que incluso puede haber durado unos pocos meses, ya que la muerte de Herodes se produjo muy poco tiempo después del nacimiento.

#2. La matanza de los inocentes es un evento inverosímil

Ya que hablamos de la huida de Sagrada Familia a Egipto, recordamos que el motivo de este viaje, la matanza de los inocentes, es habitualmente considerado un evento inverosímil, incluido en el relato como una referencia a mitos como el de Saturno devorando a sus hijos.

El evangelio según San Mateo lo relata así:

2, 16 Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, de acuerdo con la fecha que los mayor le habían indicado.
Si un gobernante moderno diera tan horrorosa orden, es indudable que sería una noticia a nivel mundial y quedaría registrada en la historia como un holocausto. Puesto que este episodio no aparece en otras fuentes de la época, como sería esperable, se ha sostenido que se trata de “un relato ficticio con fines catequéticos”.

Nos gustaría que tal indignación moral ante esta clase de eventos fuera una constante en la historia de la humanidad, pero no es así. la historia pre moderna de la humanidad está plagada de episodios tanto o más terribles que este, de los que apenas ha quedado registro.

Incluso dentro de los terribles ejemplos de barbarismo que eran comunes en el mundo antiguo, Herodes El Grande es recordado como un gobernante especialmente cruel y despiadado, que era despreciado por la mayoría de los habitantes de Jerusalén pues era visto como un rey ilegítimo no ser judío, y que mandó a matar a su esposa Mariamne, a la madre y el hermano de esta, y a sus propios hijos, todo por el temor que tenía de ser derrocado.

Esta crueldad era bien conocida, incluso más allá de Palestina, tanto así que se dice que el emperador Augusto comentó “es mejor ser el cerdo de Herodes que su hijo”, pues tratando de pasar por judío, Herodes no mataría a un cerdo para comerlo, pero no tenía problemas en mandar a asesinar a su hijo.

Una vez que conocemos este contexto, no nos resulta tan extraño o llamativo que un gobernante, ordenara la muerte de todos los niños menores de dos años de una población.

Por otro lado, la magnitud de este evento puede haber sido menor a lo que uno se imagina, ya que en el S.I, Belén de Judea era un pueblo muy pequeño, de entre 300 y 1000 habitantes, de modo que los niños menores de dos años asesinados por órdenes de Herodes no superarían los 20. Este número de niños muertos en un poblado de pastores y campesinos, con todo lo trágico que puede parecer a nuestra sensibilidad moderna, ciertamente que no amerita una mención de los historiadores de la antigüedad, más preocupados como estaban de adular a los políticos, por sus conquistas y victorias.

#1. Lucas menciona un censo que no podría haber sucedido

Ya que abordamos un episodio vinculado a la navidad que solo encontramos en Mateo, revisemos otro elementos que solo encontramos en Lucas: el censo de Quirino

El censo es importante dentro de la narrativa de Lucas, porque explica el viaje de José y María a Belén, cumpliendo así una de las profecías más conocidas en torno a la llegada del Mesías esperado por los judíos. Mateo, por su parte, simplemente señala que Jesús nació en Belén, sin mencionar que la familia hubiera tenido que viajar desde Nazaret.

San Lucas lo refiere así:

2,1 En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. 2 Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria.
Ya en 1886, el teólogo alemán Emil Schürer hizo notar que no hay registro histórico de un censo general ordenado por Augusto, ni de uno particular realizado en tiempos de Herodes, y que Quirino fue nombrado gobernador de Siria el año 6 de nuestra era. Además, un censo “en todo el mundo” era imposible, pues Roma solo controlaba el mediterráneo. A partir de estas discrepancias, se nos dice nuevamente que se trataría de un texto meramente didáctico, que no pretende relatar un evento efectivamente ocurrido, sino enseñar una lección, en definitiva, una especie de parábola.

Primero, sobre la existencia de los censos en general y su frecuencia, tenemos siempre que tener presente que, en asuntos de historia, resulta extremadamente débil llegar a conclusiones en base al silencio de las fuentes. Nuestro conocimiento de la antigüedad es extremadamente fragmentario, y depende en gran parte de lo que otros consideraron digno de conservar, y qué tan hábiles hayan sido en este cometido.

Así, tal vez en tiempos de Schürer no había mucha información disponible acerca de los censos romanos, pero descubrimientos arqueológicos en la década de 1950 indican que los romanos hacían censos de contribuyentes regularmente cada catorce años. Nueva evidencia puede surgir en apoyo a los evangelios en el futuro, de modo que la falta de registro independiente acerca del censo que menciona Lucas no es base para poner en duda que haya ocurrido.

En segundo lugar, para resolver la supuesta contradicción en las fechas en que habría nacido Jesús y que Quirino habría sido gobernador de Siria, hay que adentrarnos en el griego original del texto.

Lucas nos habla de un “primer” censo, y esa palabra “primer”, corresponde al griego protos. Pero resulta que hay casos documentados donde protos, si va seguido de un genitivo, no significa “primero” sino “antes de”. Con esto, una lectura más correcta del evangelio sería que Jesús durante un censo antes de que Quirino fuera gobernador de Siria. ¿Por qué hacer esto? Seguramente los lectores originales del evangelio habían escuchado de una tradición que hablaba que Jesús nació durante un censo, y Lucas quería aclarar que no se trataba de aquel, sino que de otro ordenado antes. (así lo explica con más detalle Jimmy Akin).

Finalmente, en relación a la expresión “en todo el mundo”, la palabra griega es oikumeneen, y si bien puede tener una sentido tan amplio como “universal”, naturalmente en este contexto se refiere a la comunidad de naciones que que formaban parte del Imperio Romano.

Fuente: infocatolica.com
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