Starbucks: ¿genocida y usurpadora de patentes?

 
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“¿Será cierto que cada sorbo de café Starbucks es una gota de sangre en Palestina?”




A raíz de mi primer artículo sobre Starbucks en Colombia y la denuncia periodística de utilización de agua de una cisterna en Hong Kong para procesar sus cafés, tuve acceso a un foro sobre esta multinacional en el cual expresa José Yupepe -Comentarista destacado en Anti-Zionism Movement-:“por cada café que compras en Starbucks están contribuyendo al asesinato, de niños y mujeres y al apartheid en Palestina, además de eso a la explotación de miles de agricultores de café en Sudamérica y otro países del mundo a los cuales compran a precio de huevo y venden a precio de oro. Starbucks= miseria, hambre, esclavitud, asesinato, usura, robo, apartheid, genocidio, lo que es igual al judío-sionismo!”. Como la duda me carcomía quise saber y conocer sobre la veracidad de esa afirmación pública y puesta a rodar en las redes sociales. Pues bien, me encontré con cantidad de material que me permito compartir con mis amables lectores, quedándome un ligero sabor de duda sobre los beneficios de “justicia y equidad” promovidos por los publicistas de Starbucks. El lector juzgará y actuará de acuerdo a sus propias convicciones. Lo único cierto es que personalmente jamás compraré un producto de esta multinacional que para muchos es “genocida y asesina” además de “sionista” y cómplice de la matanza en Palestina y otros lugares donde Israel y estados Unidos han puesto sus ojos.

En el artículo “Boycot a Starbucks: ¡!cómplices de genocidio!!” http://www.saboteamos.info/2010/12/27/boycott-a-starbucks-complices-de-genocidio/), encontramos las primeras referencias sobre su presidente y los reconocimientos obtenidos: “En primer lugar está demostrado que Howard Schultz, presidente de Starbucks es un sionista activo. En 1998 fue condecorado por el Fondo Jerusalén de Aish HaTorá con un Premio Homenaje por el “50 aniversario de Israel amigo de Sión” por sus servicios al estado sionista al “jugar un papel clave en la promoción de la estrecha alianza entre Estados Unidos e Israel”. El Fondo Jerusalén de Aish HaTorá arma fondos de armas israelís presididos por el carnicero de Jenin -. General Shaul Mofaz, y el sitio web de la propaganda sionista honestreporting.com [1]. Se ha revelado que Starbucks continúa apoyando a Israel mediante el patrocinio de la recaudación de fondos…”.

Más adelante encontramos otras referencias que nos permiten dilucidar sobre la presencia de Starbucks en Colombia –que se ha propuesto montar 50 tiendas en diferentes departamentos-, por cuanto las acusaciones que se le formulan van en contravía con los principios y filosofía de la multinacional. Para Starbucks su presencia en gran parte del planeta se justifica por cuanto se permite "Aportar a nuestra comunidad y defender el medio ambiente. Tratar a las personas con respeto y dignidad. Servir el mejor café del mundo. Cada día aplicamos en nuestro trabajo los principios guía de nuestra misión. De hecho, la responsabilidad social corporativa en Starbucks es algo que tomamos muy en serio y que cubre todos los aspectos de nuestra compañía. A continuación uno de los compromisos que hemos adoptado para desarrollar nuestro negocio de manera responsable. Compromiso con los Orígenes, Compromiso con el medioambiente, Compromiso con las comunidades, Compromiso con los Partners,...“.

Pero en el artículo “Una empresa pro-sionista que utiliza el “Comercio justo” (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=34542), encontramos unos datos que nos permiten poner en términos de duda sus reales principios y actuaciones pues de acuerdo a sus informes esta empresa tiene “Compromiso con el ejército genocida de Estados Unidos: Starbucks ha donado un almacén al ejército de los E.E.U.U. para ayudar en la ocupación de Afganistán. Vea las fotos abajo de Afganistán de las tropas de los E.E.U.U. que agradecen Starbucks por su donación. Igualmente aseveran que “Los soldados de los E.E.U.U. agradecen Starbucks por su donación del café - instalando un mini almacén de Starbucks en Afganistán…”. Y en el mismo artículo se puede leer que: “Según el servicio americano de la prensa de las fuerzas de ocupación el 9 de Nov. 2004: El Director general de Starbucks Jim Donald dijo durante una rueda de prensa de Congreso de los EEUU hoy en la oficina del Representante de EE.UU. que su compañía proporcionaría 50.000 libras de café que se hará y será distribuido por trabajadores de Cruz roja a tropas que sirven en Kuwait, Afganistán e Iraq”. Países, que como todos lo sabemos, fueron intervenidos por Estados Unidos política y militarmente.

Y de una forma elocuente y directa en el artículo “Boicot a cadenas sionistas como Starbucks y Maoz”, simplemente se expresa: “No compres nada… Estos sitios forman parte del sionismo, a enterarte un poco cadenas multinacionales sionistas maoz y Starbucks… ¡!que se pudran”.
En “Starbucks: la taza de las incoherencias”, encontramos una grave denuncia sobre lo ocurrido en Etiopia y el registro de patentes de las distintas variedades de café que fueron bloqueadas por Starbucks y que tradicionalmente fueron propiedad ancestral y comunitaria: “Esta empresa, además de las históricas críticas por abusos a los pequeños productores de café en el Sur, ha sufrido denuncias de todo tipo en los últimos años. A modo de ejemplo, en 2006 Intermón Oxfam, una de las organizaciones que actualmente integra FLO España, denunció a Starbucks por bloquear las patentes y el derecho a registrar sus propias variedades de café en un país especialmente empobrecido, Etiopía. Esta cuestión hubiera permitido ampliar el poder de negociación del país en los mercados internacionales de café y mejorar directamente los ingresos de los millones de sus pequeños agricultores, a los que hoy Starbucks dice defender”.
Así mismo este informe formula críticas contra su “anti ecologismo” y explotación laboral pues, “En 2007 sindicatos de distintas partes del planeta en las que opera Starbucks denunciaron el acoso a sindicalistas de la cadena. En 2008 fue acusada de malgastar 23 millones de litros de agua diarios, a partir de su “política de higiene” que obligaba a tener los grifos abiertos de forma ininterrumpida en sus aproximadamente 10.000 sucursales. También hay lugar para otro tipo de denuncias: en 2010 el Gobierno mexicano, en concreto la Agencia Arqueológica Nacional, informó de que la compañía le debe pagos por derechos de propiedad intelectual por utilizar en algunos de sus productos imágenes precolombinas. Es más, Starbucks es una de las pocas empresas que cuenta entre sus lauros con un día propio, el Día de Acción Global contra Starbucks, organizado por el Sindicato de Comercio y Hostelería de CNT-AIT de Sevilla y el Sindicato de Trabajadores de Starbucks de la Industrial Workers of the World (IWW) de Estados Unidos”. Igualmente deja en claro, que pese a sus exorbitantes ganancias y “Enfocando la mirada más al Norte, además de los casi 7.000 despidos anunciados como consecuencia de la reducción de sus beneficios económicos en 2009 a sólo 64,5 millones de dólares, la “justicia” de Starbucks se materializa en la precarización de sus trabajadores y trabajadoras y en su agresiva estrategia de emplazamientos de puntos de venta. Esta práctica empresarial ha promovido el cierre de muchos de sus pequeños competidores, privando a la ciudadanía de centenares de bares y cafeterías, uno de los espacios más utilizados para la socialización”.
En el mismo informe se concluye que

“El rechazo a este tipo de certificaciones tiene que ver con su concepción y con su instrumentalización y con la negativa a apoyar operaciones de “lavado verde” y “solidario”; porque esta idea de la justicia comercial olvida interesadamente el resto de las políticas y prácticas que llevan a cabo estas empresas. ¿Cuánta justicia tiene detrás un café con sello FLO que se vende en un formato de distribución social y ambientalmente insostenible, que promueve el consumismo, distribuye otro 99,9% de referencias no “ecológicas” ni “justas”, además de tener políticas criticadas hasta el hartazgo con sus empleados, sindicatos, proveedores y clientes? Dicen que La Justicia es ciega y que comprar café en Starbucks es consumir de forma responsable. Esta justicia de Starbucks, que nos señala hacia dónde hay que dirigir la mirada, parece ser, interesadamente, miope. Mientras que consumir su café creyendo que se apoya una justicia comercial parece ser, necesariamente, una incoherencia”.
Simplemente me permito lanzar una voz de alerta –quizá innecesaria, pero no por eso inútil-, para que en Colombia, con el arribo de Starbucks y el anuncio de abrir 50 tiendas en regiones diferentes, no nos ocurra lo de Etiopia y después de “beneficiarnos” de escuelitas, puentes y carreteras o de simples capacitaciones a los agricultores y campesinos, se nos quite lo que siempre y tradicionalmente ha sido nuestro: las patentes del café colombiano, y que con el supuesto de una certificación ocurra lo mismo que con las semillas de maíz en Neiva y otras regiones colombianas en las cuales poseer semilla es considerado un acto subversivo y en contra de la ley.

A defender nuestro café, nuestras tiendas Juan Valdéz, a proteger el futuro de los caficultores colombianos. Que no nos ocurra lo de Etiopia y que esa clase esnobista e inconsciente de colombianos que madrugaron para tomarse una taza de café Starbucks no sean los mismos que mañana eleven banderas de nacionalismo, patriotismo y dignidad. Nuestras semillas son eso, nuestras, y lo único que podemos pedir es que ese buen café que se toma en las tiendas Juan Valdés se popularice y se busque ampliar sus consumidores con precios al alcance de todos. Y que en Facebook y en otras redes sociales veamos las fotos de colombianos consumiendo café de tiendas nuestras, ese si sería un orgullo que valdría la pena destacar y mostrar al mundo.

PABLO EMILIO OBANDO ACOSTA
[email protected]


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