Nariño: ¿sirviente de Colombia?

 
Related

24 de febrero: "DÍA NACIONAL CONTRA LOS ABUSOS BANCARIOS".

PERIODISTICOS
204 points

No fue un alivio: fue un atraco. -Abusos del Banco Popular en Pasto-.

PERIODISTICOS
202 points



Most recent

Sophos se asocia con Tenable para lanzar el nuevo Servicio de Gestión de Riesgos Administrados

Prensa
20 points

¡Precaución! 3 recomendaciones para no caer en estafas al comprar tu motocicleta nueva

Prensa
10 points

Experiencia sensorial total en Ethernal Fest: música, gastronomía y tecnología

Comunicaciones
22 points

3 tendencias de pagos que impulsan el éxito en el eCommerce

Tecnologia
28 points

Marca mexicana Electrolit, ¿debe o no debe tener rotulado nutricional y frontal de advertencia?

Prensa
64 points

2023, un año de florecimiento y consolidación para Confiar

Prensa
6 points

Estudio de Ipsos: el populismo en 2024 sacudirá el escenario político mundial

Prensa
8 points

Demencia: Como reducir el riesgo de sufrirla

NOTICIAS-ETF
48 points

Nexsys amplía su oferta con Kingston FURY, la nueva joya de la memoria RAM para gamers

Prensa
8 points

¿Cómo y en qué casos puedes contratar a un detective privado?

MaríaGeek
12 points
SHARE
TWEET
Hace ciento diez años un grupo de visionarios izó la bandera de soberanía y dignidad territorial y administrativa. Para entonces dependíamos del gran Cauca y de sus caprichos políticos y económicos; éramos algo así como un potrero de los terratenientes caucanos que jamás reconocieron en nosotros la necesidad de manejarnos libre y autónomamente. Hombres como Julián Bucheli, Tomás Hidalgo Calvache, Benigno Orbegozo, Juan Clímaco Burbano, Benjamín Guerrero, Daniel Zarama, Manuel María Rodríguez, Cesar Moncayo, Justo Guerra y otros tantos de igual prestancia se proponen la creación del décimo Estado en territorio colombiano que abarque gran parte del Sur Occidente. Anhelo que se da en al año de 1904 con la creación del departamento de Nariño. Razón por la cual en un comienzo a estos personajes se los conoce como los “Decimistas”, pero que en realidad deben catalogarse como los “Novenarios” pues con la separación de Panamá en 1903 Colombia queda con ocho Estados, correspondiéndole a Nariño ser noveno.



Lo cierto es que esa separación del Gran Cauca nos obliga a una serie de transformaciones necesarias para el desarrollo de la región: carreteras, centros administrativos, ferrocarril, universidad, empresas e industrias y, por encima de ello, una nueva mentalidad que nos permita afrontar un nuevo rumbo histórico. Desde esos días pensar en un viaje a la capital de la Republica era un anhelo al que muy pocos se atrevían; abismos, desiertos, paramos y escasa infraestructura vial se confabulaban para impedirnos una óptima comunicación con el resto de Colombia. Era más fácil un viaje al exterior en barco que vencer los obstáculos entre ciudades como Pasto – Popayán o Pasto – Bogotá. Así las cosas solo nos restaba hacer acopio de nuestro ingenio y fortaleza para salir adelante, y en verdad que lo logramos siendo Pasto “La tercera ciudad de Colombia” según informe periodístico de 1887 y aparecido en “El Precursor”, dirigido por Benigno Orbegozo.
Hasta la década del 70 del siglo pasado se puede hablar de una vía que nos conecta con el norte del país, con la Panamericana, de paso obligado por nuestra ciudad y su conexión con el Ecuador, se abren nuevas perspectivas de desarrollo social y económico para nuestra región. Grandes voces se levantan para reclamar obras de infraestructura para nuestra región y es famosa la lucha adelantada en pro de la gran Refinería de Occidente que a la larga nos la roba un presidente siendo trocada por un ministerio que a la postre no significó gran cosa para Nariño.
Nuestra clase dirigente fue perdiendo fortaleza y sentido territorial. Al punto que hoy, en el siglo XXI, Nariño presenta grandes rezagos en vías de comunicación, ausencia de empresas propias y escasa participación en el presupuesto nacional. Ocupamos, tristemente cierto y doloroso, los primeros lugares, junto a Chocó, en pobreza, desnutrición y hambre; es escasa una inversión social que nos permita contar con poblaciones con acueducto, alcantarillado, energía o, tan solo, carreteras dignas. Nos contentamos con poco y nos quedamos a la zaga de otras regiones del país.
Todo indica, como lo señala el anuncio colocado en plena panamericana por su paso en el municipio de Chachagui, que Nariño simplemente “SIRVE A COLOMBIA” sin que ella se acuerde que también hacemos parte de su geografía nacional. Y lo que es más grave parece que los nariñenses, de tanto leer este mensaje, nos hemos creído el cuento de que únicamente somos necesarios y tenidos en cuenta para las grandes obras viales cuando así se lucran otras regiones de Colombia. No se piensa en Nariño y en sus necesidades insatisfechas sino cuando se sirven de esta región para usufructuarla y explotarla. No se entiende de otra manera como una región tan rica y productiva como la nuestra –minerales, petróleo, oro, biodiversidad, agrícola y pecuaria-, ocupe, repetimos, los primeros lugares en pobreza, hambre y miseria.
Se requiere de una gran reingeniería mental de nuestra gente que supere de una vez ese manido pensamiento de que solo somos visibles en la medida en que “sirvamos a Colombia”. Igualmente solicitamos unidad de nuestra clase política para que se haga sentir en los estrados de poder y se destinen recursos significativos para el desarrollo de nuestra región. Ya no debemos pedir con humildad ni con suplicas sino con dignidad, que esa vieja pancarta se retire y que no leamos más que “Nariño necesita el destape para servir más a Colombia – Construcción Panamericana Pasto – Chachagui”. Años de suplicas únicamente nos han hecho ver como mendicantes en el territorio nacional. La idea no es “servir” sino que nos vean como integrantes de una nación y que por obligación se destinen los recursos necesarios-
Ahora que nuestra clase dirigente celebra sus victorias electorales y aún están calientes sus propuestas y argumentos, les queremos solicitar unidad que nos permita pensar en un verdadero desarrollo regional. No podemos seguir sin vías y menos aún con trochas o pedacitos de carreteras gestionadas para determinadas regiones; necesitamos pensar en grande, en Nariño y en su gente. Y no precisamente como sirvientes sino como integrantes de un país que nos debe una gran deuda económica y social y a la cual llegó la hora de mandarle su cuenta de cobro. Señores congresistas, no más migajas, no más humillaciones, no más rogativas, es hora de convertir a Nariño en ese trozo de patria que una vez fue y que nos hizo dueños de nuestro destino. En ustedes y en su gestión, en su visión de Nariño, está fincada la esperanza de todo un pueblo, convóquennos para este propósito y conocerá Colombia la fortaleza y grandeza de nuestra raza.
[email protected]
SHARE
TWEET
To comment you must log in with your account or sign up!
Featured content