La ciencia revela por qué es tan difícil olvidar un gran amor

 
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SICÓPATAS MAYORES

Octavio Cruz Gonzalez
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Produce un “conflicto cerebral” que lo hace imborrable. Estudios de neurobiología demuestran que una relación amorosa intensa crea en el cerebro impresiones residuales que se reactivan fácilmente. Cuanta más información se grabó, más vívidos son los recuerdos.

 La ciencia revela por qué es tan difícil olvidar un gran amor

En: elclarin, Vida cotidiana.

Suspira ella, llamémosla Paula, y dice que ya pasó un año de la noche en la que se abrazaron y decidieron terminar con esa relación. Y que a pesar de haber bajado miles de veces a cavar en su tristeza, hay recuerdos que todavía se activan con el olor del aceite de oliva o con esa canción.

Dice que en el cuerpo esos recuerdos se sienten como el amor –aunque nunca más distinto–: un nudo en el estómago, palpitaciones, dolor de pecho. Lo que no sabe es que si esas imágenes insisten en volver es porque no todo depende de la voluntad de olvidar: existe un circuito neurológico que fija con más intensidad los recuerdos que fueron incorporados de la mano de un fuerte contexto emocional.

Este ovillo es el que está empezando a desenredar la neurobiología para explicar por qué resulta tan difícil olvidar a un gran amor. “Desde el punto de vista neurológico, quedarse solo durante un tiempo no ayuda a superar el fin de una relación”, dice Antoine Bechara, un neurobiólogo reconocido mundialmente por sus investigaciones sobre las funciones cerebrales que intervienen en la toma de decisiones.

Se refiere a que estar solo después de una separación o tapar todo con una nueva pareja no evita que el cerebro siga enviando recuerdos. Lo que Bechara investigó es lo que llama “conflicto cerebral”: por un lado la relación se termina; por otro, el cerebro sigue disparando imágenes y reacciones corporales. Para estudiarlo, los neurobiólogos utilizan la Resonancia Magnética Funcional, una técnica que les permite determinar qué áreas cerebrales desempeñan ciertas funciones, como el habla, el movimiento y la sensibilidad.

¿Qué hace que un recuerdo quede sellado a fuego? “En el lóbulo temporal hay dos estructuras. Una se llama hipocampo y por allí pasa la memoria declarativa, es decir, desde acordarse qué día es hoy hasta la cara de una pareja. Al lado hay otra llamada amígdala, que contiene a la memoria emocional.

Para que la información declarativa pase por el hipocampo y se distribuya en el cerebro, debe haber un contexto emocional: por ejemplo, una situación atípica y desconocida vivida con ese gran afecto. Cuando la amígdala detecta ese contexto emocional envía neurotransmisores al hipocampo. Así se incorpora en la memoria como fenómeno de fijación”, detalla Ignacio Brusco, director del Centro de Neurología de la Conducta y Neuropsiquiatría de la UBA.

¿Por qué entonces, aun después de un largo tiempo, vuelven esas imágenes y esas sensaciones que secuestran al cuerpo? “Es la amígdala que sigue respondiendo con descargas emocionales involuntarias, como el dolor en el estómago o las palpitaciones”, dice Brusco.

Y no pasa lo mismo cuando se trata de un romance pasajero que con un verdadero amor: “Cuanto mayor sea la información que se grabó hacia ese afecto, en cantidad o calidad, más grabado va a estar en la amígdala y más reacciones va a seguir enviando.

Estos recuerdos pueden aparecer como imágenes pero también como olores, sensaciones auditivas y como procesos de pensamiento”, agrega. Quienes aún están transitando el año que suele demorar un duelo amoroso saben lo que duelen esos olores.

Cruzarse con una ex pareja y sentir cómo se despliega una catarata de recuerdos vívidos (aunque él o ella ni nos haya visto), también es frecuente. Para explicarlo, Ezequiel Gleichgerrcht, neurobiólogo del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO), cita la hipótesis de Antonio Damasio, otro prestigioso investigador en neurociencias:

“Según su hipótesis del ‘marcador somático’ hay experiencias que gatillan señales químicas en nuestro organismo. Por ejemplo: si caminamos por el campo y por primera vez en la vida nos cruzamos con una víbora que abre la boca y se abalanza hacia nosotros, se disparará un conjunto de moléculas que quedarán asociadas a la sensación del miedo.

Si nos volvemos a cruzar con una víbora volverá a gatillarse este patrón y nos producirá la misma sensación de miedo aunque ni siquiera abra la boca”. ¿Le dijo víbora a la ex? No. “Aunque este modelo aún está siendo debatido, podemos comprender por qué ciertas emociones, positivas o negativas, pueden perdurar cuando nos exponemos a la persona que generó esos sentimientos”.

Así, la frase hecha “el tiempo ayuda a olvidar” también tiene su explicación científica: “Con el tiempo, cuando las conexiones cerebrales que facilitan la revisión de situaciones críticas y emociones negativas se saturan, pueden sufrir lo que se llama ‘down regulation’: una disminución de los neurotransmisores en la zona de intercambio neuronal.

Esto explicaría por qué los recuerdos vinculados a alguien importante van perdiendo peso”, dice Claudio Waisburg, neurólogo de la Fundación Favaloro. Tiempo al tiempo.

Publicado en:

http://entremujeres.clarin.com/entremujeres/pareja-y-sexo/ciencia-revela-dificil-olvidar-amor_0_H1huok5w7e.html


* * *
(2)

Olvidar un gran amor: ¿Es imposible?

En: rinconpsicologia.com, Neurosicología

Cuando una relación de pareja llega a su fin suele dejar tras de sí una estela de dolor. Sin embargo, con el paso del tiempo ese dolor se va mitigando hasta desaparecer por completo.

De hecho, hay relaciones que incluso se pierden en la bruma del tiempo, pasan a ocupar un lugar gris en alguno de los cajones de nuestro armario mental. No obstante, hay relaciones cuyo recuerdo es mucho más resistente y nos ataca en cualquier momento, aunque hayan pasado años, se trata de los grandes amores.

Todo aquel que haya tenido un gran amor sabrá lo difícil que es olvidar esa relación. Puedes proponértelo conscientemente, puedes vivir nuevas experiencias o conocer a otras personas pero el recuerdo de esa relación continúa estando presente, como si todo hubiera ocurrido ayer mismo. ¿Por qué? ¿Acaso es imposible olvidar un gran amor?

Los grandes amores dejan profundas huellas cerebrales

Un gran amor nos deja marcados, y no se trata de una mera metáfora. Los neurocientíficos están convencidos de que la clave se halla en nuestro cerebro. En práctica, cuando una relación amorosa es muy intensa genera en nuestro cerebro una especie de “huellas” o “anclas” que se mantienen activas en nuestra memoria aunque pase el tiempo. Se trata de un circuito neurológico a través del cual fijamos con mayor intensidad aquellos recuerdos que tienen una fuerte impronta emocional.

Desde esta perspectiva, da igual que después de la relación nos quedemos solos para intentar sanar la herida o que encontremos inmediatamente a otra persona, nos resultará imposible evitar que nuestro cerebro siga activando los recuerdos de ese gran amor. Es lo que se denomina “conflicto cerebral” ya que, aunque la relación haya llegado a su fin y no queramos pensar más en ella, nuestro cerebro sigue activando los recuerdos, incluso contra nuestra voluntad.

Este fenómeno ocurre, principalmente, en el lóbulo temporal. En esta zona del cerebro se encuentra el hipocampo, un área que almacena la memoria declarativa (todos aquellos datos de carácter verbal vinculados a ese gran amor) y la amígdala (que contiene todas las emociones vinculadas a la relación).

El problema es que nuestro cerebro prioriza el almacenaje de todas aquellas experiencias que tienen un fuerte impacto emocional. De hecho, a nivel de laboratorio se ha podido apreciar que recordamos mejor las palabras que tienen un significado emocional mientras olvidamos con facilidad los vocablos neutros. También recordamos más detalles de una historia que nos emocione.

En nuestro cerebro todo está pensado para darle importancia a las emociones. Por ejemplo, hay más conexiones neurales que van desde el sistema límbico (encargado de procesar las emociones) hasta la corteza cerebral (zona vinculada al pensamiento y la razón) que recorriendo el camino inverso.

El sistema límbico actúa como el primer interruptor cuando llega la información del medio, a partir de ahí, si el estímulo es significativo emocionalmente, la amígdala se activa y se segregan una serie de neurotransmisores que estimulan el hipocampo. Entonces se produce la fijación del recuerdo y se crea un patrón, una huella amnésica.

Obviamente, mientras más intenso sea ese contexto emocional, más indeleble será el recuerdo. Se trata de un mecanismo de defensa ancestral que nos permite reconocer inmediatamente cuando estamos ante un peligro o, al contrario, cuando se trata de una situación que nos produce placer o alegría.

Por eso, cuando recordamos el gran amor, no solo se activa el hipocampo sino también la amígdala y todo el sistema límbico, de manera que volvemos a experimentar muchas sensaciones y continuamos reaccionando intensamente ante la otra persona.

Estos recuerdos pueden ser activados por cualquier cosa, desde una canción hasta un aroma, una imagen o un simple pensamiento. Esa también es la razón por la cual, encontrar a la persona que fue ese gran amor, continúa generando una verdadera oleada de emociones aunque haya pasado mucho tiempo. En ese momento la amígdala toma el control y secuestra, al menos en parte, la razón.

En práctica, nuestros recuerdos son tan fuertes y están grabados con tal precisión en nuestro cerebro que resulta muy difícil borrarlos y, como consecuencia, pueden activarse incluso al cabo de los años.

¿El tiempo nos permite olvidar un gran amor?

El hecho de que recordemos con intensidad un gran amor no significa que este siga siendo doloroso. Con el paso del tiempo el dolor se mitiga y comienzan a fluir las experiencias más positivas que se vivieron en pareja.

Con el tiempo se produce una revisión automática de las conexiones cerebrales que habían sido creadas, nuestro cerebro comienza a comprender que existen algunos patrones que no es necesario activar constantemente por lo que, poco a poco, les brinda menos importancia y los va pasando a un segundo plano. Ese es el momento en el cual, ese gran amor pierde peso y podemos seguir adelante.

Obviamente, para que ocurra ese proceso de redistribución de las redes neurales que ya habían sido creadas, no solo es importante que pase el tiempo sino también que creemos otros significados emocionales, de manera que las nuevas experiencias y relaciones puedan ocupar, poco a poco, el lugar que estaba destinado a ese gran amor.


Fuentes:
Fisher, H. E. et. Al. (2010) Reward, addiction, and emotion regulation systems associated with rejection in love. Journal of Neurophysiology; 104: 51-60.
Bartels, A. & Zeki, S. (2000) The neural basis of romantic love. Neuroreport; 11(17): 3829-3834.
McGaugh, j. L. & Cahill, L. (1998) Mechanisms of emotional arousal and lasting declarative memory. TINS; 21(7): 294-299.

Publicado en:

http://www.rinconpsicologia.com/2014/12/olvidar-un-gran-amor-es-imposible.html


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(3)

Porque es tan difícil olvidar un gran amor

Publicado el 21 de octubre de 2010, en: consejosparaelamor.wordpress.com

Consejos para el amor. Sabes porque es tan difícil olvidar un gran amor?

Se realizó un estudio científico que evidencia por qué es tan difícil olvidar un gran amor. El mismo dice que las relaciones amorosas intensas provocan en el cerebro ciertas huellas (que en PNL llamamos “anclas”) que, al reactivarse fácilmente, mantienen los recuerdos vívidos. Existe un circuito neurológico que fija con mayor intensidad recuerdos que han sido incorporados tras un fuerte contexto emocional.

Para que se entienda más, hay una parte nerviosa en nuestro cerebro que hace que algunos recuerdes queden fijados de manera más fuerte cuando nos sucede una emoción fuerte.

Por ejemplo, si tu marido te dijo que te ama y al hacerlo la primera vez lo dijo apoyándote la mano en tu espalda, en ese momento se creó el ancla emocional y cada vez que recibas ese gesto, tu cerebro busca y tare automáticamente ese momento. Entonces, cuando uno ama mucho a una persona es normal que cree miles de anclas emocionales, y que por esto sea difícil olvidar un gran amor ¿Qué hace que un recuerdo quede sellado por mucho tiempo?

En el lóbulo temporal hay dos estructuras. Una se llama hipocampo y por allí pasa la memoria declarativa, es decir, desde acordarse qué día es hoy hasta la cara de una pareja. Al lado hay otra llamada amígdala, que contiene a la memoria emocional. Para que la información declarativa pase por el hipocampo y se distribuya en el cerebro, debe haber un contexto emocional: por ejemplo, una situación atípica y desconocida vivida con ese gran afecto.

Cuando la amígdala detecta ese contexto emocional envía neurotransmisores al hipocampo. Así se incorpora en la memoria como fenómeno de fijación ¿Por qué entonces, después de un largo tiempo, vuelven imágenes y esas sensaciones que nos movilizan? Es la amígdala que sigue respondiendo con descargas emocionales involuntarias, como el dolor en el estómago o las palpitaciones.

Cuanto mayor sea la información que se grabó hacia ese afecto, en cantidad o calidad, más grabado va a estar en la amígdala y más reacciones van a seguir enviando. Estos recuerdos pueden aparecer como imágenes pero también como olores, sensaciones auditivas y como procesos de pensamiento. Quienes aún están caminando el año que suele demorar un duelo amoroso saben lo que duelen.

Cruzarse con una ex pareja y sentir cómo se desenreda una lluvia de recuerdos vívidos (aunque él o ella ni nos haya visto), también es habitual. La tan conocida frase hecha “el tiempo ayuda a olvidar” también tiene su explicación científica: Con el pasar del tiempo, cuando las conexiones cerebrales que facilitan la revisión de situaciones críticas y emociones negativas se saturan, pueden sufrir lo que se llama ‘down regulation’: una disminución de los neurotransmisores en la zona de intercambio neuronal.

Esto explicaría por qué los recuerdos vinculados a alguien importante van perdiendo peso. Particularmente concuerdo en que el tiempo cura, inclusive las penas de amor. Pero hay que tomar la resolución de decir adiós a esa face de la vida y hacer el duelo.

No hay que mirar atrás, ni quedarse en el pasado, es primordial empezar a vivir el presente, sino te quedas estancadazo en el pantano de lo que paso y eso te ciega a las cosas que está sucediendo en el ahora. No te quedes sentada.

La posibilidad de abrirse a una nueva relación que te haga feliz es factible, es real, porque toda la capacidad de dar amor es tuya y podes compartirla nuevamente con la persona que sea tu próxima pareja.

Este contenido fue escrito por Consejos Para El Amor.

Publicado en:

https://consejosparaelamor.wordpress.com/2010/10/21/sabes-porque-es-tan-dificil-olvidar-un-gran-amor-segui-leyendo-consejos-para-el-amor/



Fuente: entremujeres.clarin.com
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