En este momento puedes estar pensando, con gran acierto, que el amor tiene más de un enemigo. Pero, si piensas en una relación de pareja como un trabajo en equipo, equitativo, donde sus miembros gozan de una justa igualdad, aparece uno muy poderoso, que, básicamente, le arrebata la esencia misma al concepto de pareja.
Cuando uno de los actores de la relación percibe que el otro parece no formar parte, que el «esfuerzo» por mantener a flote la relación es de uno solo y que, consecuentemente, no hay en el otro interés de asumir responsabilidades conjuntas.
Merecemos amar y que nos amen genuina, plena y gratificantemente. La consigna es clara y determinante: si un amor te hace sufrir, ese amor no te sirve. Revisa si tu relación de pareja es solidaria y vale la pena, o si por el contrario estás luchando innecesariamente por un sentimiento que no es compartido.
El egoísmo, un nefasto y desalmado enemigo del amor saludable en pareja, puede contrarrestarse si cada uno de los miembros de la relación actúa adecuadamente y a tiempo. Por eso, la web elartedesabervivir.com publicó los siguientes hábitos que te llevarán a eliminar el egoísmo entre el ser amado y tú, convirtiéndolos en un equipo solidario:
Los dos están presentes en los momentos difíciles de la pareja.
Cada uno se preocupa por el bienestar del otro.
Cada quien defiende al otro y a la relación, si se ve amenazada de cualquier forma.
Ninguno de los miembros cuentan intimidades a extraños, que puedan afectarlos.
Ambos se hacen cargo de las responsabilidades asumidas y están al tanto de lo que le ocurre a la otra persona.
Nadie desprestigia al otro, ni a la relación.
Luchan hombro a hombro por las metas comunes, sin recostarse.
Cada cual siente que puede contar con el otro.
Los dos se toman en serio.
Ninguno subestima los problemas que pueda tener la relación.
No es solidario contigo quien ignora tus intereses, los subestima o no hace un esfuerzo para comprenderlos, pese a tus pedidos y reclamos racionales. De ser así, sufrirás irremediablemente, a no ser que decidas salirte de la relación.
Fuente: www.elartedesabervivir.com