El reto de "Charlie Charlie" que se viralizó en redes sociales como una “Ouija casera" no se trató de nada más que una forma para promocionar la próxima película de terror de Warner Bros, como se ve en el tráiler.
El juego, practicado desde hace muchos años por varias generaciones, se popularizó en Internet la noche del 26 de mayo. Al día siguiente, la productora cinematográfica Warner Bros Latinoamérica compartió el avance de The Gallows (La Horca), película basada en el reto.
The Gallows fue promocionada desde abril y será estrenada en Estados Unidos el próximo 10 de julio y durante las siguientes semanas en diferentes países de Latinoamérica.
La película cuenta la historia de un grupo de estudiantes que durante el aniversario 20 de un accidente ocurrido en una obra de teatro en Estados Unidos, intentan honrar el hecho invocando a Charlie Charlie, "un espíritu que les recuerda que hay ciertas cosas que es mejor dejar en el pasado”.
The Gallows fue filmada con los mismos productores de Actividad Paranormal y La Noche del Demonio y fue escrita y dirigida por Travis Cluff y Chris Lofing.
Entonces, ¿por qué se mueve el lápiz?
En principio, por la fuerza de gravedad y la posición delicada e inestable en la que se encuentran los lápices.
A diferencia del juego de la ouija, nadie está en contacto con el objeto que se mueve.
Si pruebas ponerlos en la posición que indica el juego te darás cuenta de que, aunque no le hagas pregunta alguna, los lápices se mueven -o pueden hacerlo- de todas maneras.
La posición de los lápices es tan inestable que la menor variación en el ambiente que los rodea puede afectar su equilibrio.
Es decir, un pequeño temblor en la superficie donde están apoyados o un ínfimo movimiento de la corriente de aire provocado por la respiración, pueden hacer girar el lápiz hacia un lado u otro.
El problema es que a diferencia de la ouija, donde los jugadores deben apoyar su mano en un plato o una copa (y por ende están en contacto con el objeto que se mueve), en este juego, los lápices parecen moverse solos -o de acuerdo a los "designios" de Charlie-.
¿Y si no se mueven?
Si motivado por la reacción en las redes lo pusiste a prueba, puede que te haya pasado lo mismo que nos pasó a muchos: los lápices no se inmutaron.
Eso ocurre cuando no están alineados perfectamente o cuando la superficie de contacto (por ejemplo si el lápiz tiene una superficie facetada) es demasiado grande.
En ese caso, se produce demasiada fricción y no se genera movimiento.
Fuente: www.capsulacinefila.com